Fermín Alejandro García /Cuitlatlán/La Jornada de Oriente

El viernes fue el día de la Madre Tierra, y este año destaca esta fecha porque olímpicamente fue ignorada por todos los candidatos a la gubernatura, quienes más allá de haberse fijado o no en las efemérides de ese día, ninguno muestra el más mínimo interés en el tema, pese a que Puebla ya está catalogado como uno de los cinco estados con los índices más bajos de atención a los conflictos medio ambientales.

Los cinco candidatos a la titularidad del Poder Ejecutivo están desdeñando la grave situación del medio ambiente de Puebla, la cual este día será denunciada en la Reunión Nacional del Consejo Consultivo de la Semarnat, que se realizará en Tijuana, en donde se expondrá el abusivo desmantelamiento del aviario del Parque Ecológico Revolución Mexicana, la destrucción del Parque Flor del Bosque y el olvido del saneamiento del río Atoyac.

A los candidatos les interesan los discursos mediáticos que les generan votos, pero no los asuntos estratégicos, como son los temas ambientales, pese a que de ellos dependa la salud del grueso de la población y la estabilidad social para las próximas décadas.

El fin de semana los temas del aliancista Antonio Gali, de la priista Blanca Alcalá, de la perredista Roxana Luna, del morenista Abraham Quiroz y de la independiente Ana Teresa Aranda Orea, fue la obra pública, el apoyo del magisterio, las presiones del gobierno del estado sobre los alcaldes, la desigualdad social y los abusos cometidos con los fondos públicos.

Ninguno de ellos se detuvo a hablar de la severa contaminación del agua y el aire, de la destrucción de los bosques, de los proyectos mineros y la pérdida de las pocas áreas verdes que quedan en la capital.

Hasta ahora los cinco aspirantes carecen de proyectos específicos –avalados por especialistas– para que el gobierno del estado vuelva a tener políticas públicas destinadas a proteger el medio ambiente, luego de que la administración de Rafael Moreno Valle Rosas desapareció todas las estancias oficiales que había para atender la preservación de los recursos naturales.

Lo grave de este desinterés es que Puebla pasa por una de las etapas más oscuras en la protección de los recursos naturales. Las números así lo constatan, estos son solo algunos datos dispersos:

Desde el año 2008 se tienen estudios puntuales que indican que el río Atoyac tiene índices de contaminación ocho veces más alto de lo permitido, lo que pone en riesgo la salud de 1.2 millones de habitantes de Puebla y Tlaxcala.

Al inicio del gobierno de Moreno Valle una de las prioridades era el saneamiento de los ríos, en especial el Atoyac. Nunca se hizo nada. Lo más patético del caso es que la primera titular de la Secretaría del Medio Ambiente, Amy Camacho, hace unos días estaba convocando a rescatar dicho torrente, que se supone ella iba a proteger.

Puebla ocupa el tercer lugar en desforestación a nivel nacional, luego de que se han perdido unas 485 mil hectáreas de suelos forestales.

A lo largo del sexenio se abandonaron de parte del gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas todos los programas y los viveros que estaban destinados a la reforestación de los bosques poblanos.

Llama la atención porque en Puebla, en el año 2014, en el municipio de Chignahuapan, se echó a andar un ambicioso proyecto de reforestación. Al acto acudió el presidente Enrique Peña Nieto y ahí el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas dijo que el desarrollo sustentable no era una opción, sino un imperativo insoslayable. El caso es que nadie sabe dónde quedaron las promesas de convertir a la entidad en el modelo nacional de recuperación de suelos boscosos.

Sobre la calidad del aire, estudios oficiales indican que en la zona metropolitana de la ciudad de Puebla un promedio de 20 días al año se rebasan los límites permitidos de contaminación, por lo que se tendrían que tomar medidas para revertir esa condición.

De los cinco mantos acuíferos que hay en el estado, tres ya se encuentran en veda, por problemas de contaminación o sobreexplotación. Por lo que no es una afirmación convencional afirmar que en los próximos años la disputa por el agua será un factor de múltiples conflictos sociales y políticos.

Otra bomba de tiempo es que en Puebla se tienen 422 concesiones mineras, que amenazan el medio ambiente y las reservas de agua. Estos permisos abarcan casi 30 por ciento del territorio estatal, lo cual ha generado el malestar de docenas de comunidades.

A todos estos problemas le han dado la espalda los candidatos que aparecerán en las boletas de las votaciones del 5 de junio.

Para mayor información:http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2016/04/27/los-cinco-candidatos-le-estan-dando-la-espalda-a-los-problemas-ambientales-de-puebla/

 

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...