Jorge Rodríguez Corona /A Puerta Cerrada/El Sol de Puebla

Los acontecimientos que llenaron de entusiasmo al priismo de Puebla y a su precandidata Blanca Alcalá Ruiz cayeron en martes.

Fue un martes 26 de enero cuando Agustín Basave Benítez, líder nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), dio por muerta la alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) en Puebla.

“He tomado la decisión de proponer al Comité Ejecutivo Nacional de mi partido rechazar la alianza del partido en Puebla”, dijo esa vez.

Y dio tres razones para reprobar la coalición con el blanquiazul.

Sus palabras fueron motivo de celebración entre los priistas del estado, que vieron (o quisieron ver) la mano de Miguel Ángel Osorio Chong detrás de Basave.

Una semana después, también en martes, la clase política se despertó con el escándalo que generó la nota principal del periódico Reforma en contra del gobernador Rafael Moreno Valle.

Los efectos del “reformazo”, como se le bautizó entonces, cobraron mayor relevancia en el contexto de la visita que justo ese día realizó el presidente Enrique Peña Nieto a Puebla para inaugurar, junto con el mandatario, el Hospital de Traumatología y Ortopedia Rafael Moreno Valle.

Blanca Alcalá, Enrique Doger, Lucero Saldaña y Juan Carlos Lastiri fueron sentados en primera fila y al centro entre los invitados al estreno del nosocomio, por instrucciones de la gente del Estado Mayor Presidencial.

Al final, en corto pero lo suficientemente fuerte para que quedaran testigos del diálogo, Peña Nieto habló con Moreno Valle y Blanca Alcalá acerca de la próxima elección de gobernador, y lo hizo en tono imperativo.

Los priistas brincaron de júbilo.

Otra vez vieron (o quisieron ver) manifestaciones de poder al más alto nivel, ni más ni menos que del mismísimo Presidente de la República, en favor de la causa electoral priista.

El sentimiento de sobrada confianza llevó en el extremo a dar por muerto (electoralmente hablando) a José Antonio Gali Fayad.

“Ya se quiere bajar” o “ya lo van a bajar para sacrificar a otro” fueron las expresiones que surgieron de aquellos días de gloria anticipada en el priismo.

Ni Gali se bajó ni lo bajaron.

Ahí sigue, vivito y coleando.

Pero en efecto, los acontecimientos de finales de enero y principios de febrero provocaron un ambiente de percepción pública muy favorable para el PRI.

Sin embargo, las cosas cambiaron.

 

***

Solo 20 días después de aquel 2 de febrero, esa incipiente tendencia a dar por victorioso al tricolor sufrió un vuelco inesperado.

Todo comenzó el domingo 21, día del registro de Blanca Alcalá como precandidata de unidad en el PRI.

Con el ánimo de mostrar la adhesión de los liderazgos priistas, incluso de aquellos que no tienen buenas cartas de presentación, la senadora con licencia permitió que el ex gobernador Mario Marín Torres ocupara un sitio preponderante en la escena del evento.

Enorme error de sensibilidad que fue aprovechado por el morenovallismo para descargar sus baterías.

El ‘war room’ del panismo estaba preparado para la participación pública de Marín en la campaña de Alcalá; así que cuando el ex mandatario apareció junto a ella, se puso a hacer su trabajo.

Desde el mismo domingo, Javier Lozano Alarcón se convirtió en el más feroz crítico de la priista en redes sociales, ligándola con Marín: el “gober precioso”.

Le siguió el lunes, pero ya no lo hizo solo.

Ese día, la periodista Lydia Cacho Ribeiro le lanzó varios misiles tuiteros a la precandidata del PRI, llamándola cómplice de la tortura y secuestro del que había sido objeto en diciembre de 2005 por parte del gobierno marinista.

Denise Dresser, periodista amiga de Cacho, se sumó el martes a las descalificaciones en contra de Alcalá, también a través de Twitter y también por culpa de sus presuntas ligas con Marín.

Ese martes, Javier Lozano volvió a usar las redes sociales para exhibir fotografías de la precandidata mientras abordaba un helicóptero para su gira de proselitismo, cuando dos días atrás ella misma había criticado al gobernador Moreno Valle por hacer uso de una aeronave para realizar sus traslados en lugar de ser un ciudadano de a pie, como, según dijo, sí lo era ella.

Para entonces la bola de nieve crecía y la percepción negativa en torno de Alcalá y el PRI también.

No por el contenido de los señalamientos vertidos en Twitter, que era bastante discutible, sino por la superioridad estratégica y de capacidad operativa que mostraba el equipo de enfrente: el del PAN y el gobernador.

La crisis no terminó ahí.

Por la noche se dio el golpe más fuerte.

El PAN, con Martha Erika Alonso y Marcelo García Almaguer al frente, ofreció una conferencia de prensa para anunciar la conformación de una alianza electoral denominada “Sigamos adelante”, que llevaría, además del PSI y Compromiso por Puebla, al ¡PT y Nueva Alianza!, los supuestos aliados del CEN del PRI y de Peña Nieto en la esfera nacional.

La percepción, que días atrás favorecía a Alcalá, ahora estaba del lado de Gali.

El miércoles fue como un día de funeral para el PRI.

Abundaron las pláticas y conversaciones en corto que se preguntaban dónde había quedado el apoyo del gobierno federal a su candidata.

El fantasma del sacrificio en perjuicio de la priista, producto de una negociación entre Peña y Moreno Valle con miras a la elección presidencial del 2018, se volvió la especulación más recurrente.

Una columna de El Universal publicada ayer jueves bajo la firma del periodista Ricardo Alemán le dio forma al rumor y atizó el fuego aquí en la aldea.

Así cerró una semana negra para la causa tricolor.

 

***

¿Será que Alcalá y el PRI ya perdieron la elección?

No me parece.

Perdieron, sí, en percepción, que es un recurso muy importante para mover voluntades.

Pero eso puede ser momentáneo, como lo fue la desazón que invadió a los morenovallistas tras la ruptura de la alianza PRD-PAN y la visita del Presidente.

Al proceso electoral le falta mucho.

Seguro habrá más acontecimientos que ver y más movimientos por descifrar.

Escoja un buen asiento y póngase cómodo.

Para mayor información:http://www.oem.com.mx/elsoldepuebla/notas/s1239.htm

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...