Diana Jiménez/e-consulta

José María Sosa Álvarez, quien se encuentra encarcelado por la desaparición de su exnovia Paulina Camargo Limón, ganó el último amparo que interpuso contra las autoridades estatales, por el auto de formal prisión que se le dictó por los delitos de homicidio y aborto.

Luis Alberto Sosa Vázquez, padre del joven, destacó que, recientemente, un perito forense del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) elaboró un último dictamen, a petición del juez penal que lleva el caso, el que determinó que Paulina está desaparecida y no muerta.

Es por ello que el pasado 4 de mayo la Jueza Tercero de Distrito en Materia Penal resolvió a favor de “Chema”, por violaciones a sus derechos humanos durante el proceso.

Sin embargo, la liberación del imputado se retrasó porque el Ministerio Público adscrito al Juzgado Tercero de lo Penal presentó un recurso de revisión ante el fallo de la autoridad federal.

En respuesta, la defensa legal de Chema interpuso una reclamación por la admisión de este recurso, con el argumento de que es improcedente.

Además de esta reclamación, el abogado de Chema presentó una recusación contra el magistrado federal José Mario Machorro Castillo, ya que se detectó con tendencia favor de la Fiscalía General del Estado (FGE), malos tratos, falta de argumentación jurídica y por conducta fuera de ética durante una diligencia.

En el transcurso de la próxima semana, el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito en Materia Penal emitirá su resolución por lo que Sosa Vázquez confió en que Chema saldrá libre, toda vez que la FGE no ha podido acreditar la comisión del delito con elementos científicos y forenses.

En el dictamen elaborado por el perito del TSJ se concluye que la FGE sólo mantiene como una hipótesis o probabilidad la muerte de Paulina, basada en datos de la averiguación previa y documentación bibliográfica.

Además, el análisis establece que en el relleno sanitario de Chiltepeque, donde presuntamente habría terminado el cadáver de la joven, no se encontraron restos del cuerpo o de la ropa de Paulina.

“Lo que tememos es que la Fiscalía, al no tener más (elementos) para retener a José María, nos siembre un cuerpo como lo quiso hacer con el tronco de la mujer calcinada, en marzo del 2015, nada más porque tenía braquets”, expresó el papá del acusado.

Hace unas semanas, el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Víctor Carrancá Bourget, reconoció que en marzo de 2015 se encontró un tórax calcinado de una mujer con braquets, en las inmediaciones de Naucalpan, estado de México, al cual se le tuvieron que hacer pruebas de ADN para descartar que se tratara de Paulina, quien desapareció cinco meses después del hallazgo de ese cadáver.

Señaló que las características de esta mujer coincidieron en su momento con las de Paulina; sin embargo, los resultados descartaron que se tratara de la joven embarazada y desaparecida en agosto de 2015, tras una consulta médica a la que acudió acompañada de José María, quien según la FGE, la llevó hasta su departamento de la unidad habitacional La Margarita, donde la estranguló y luego arrojó el cuerpo en un contenedor de basura.

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