Jorge Rodríguez Corona /A Puerta Cerrada /El Sol de Puebla

Hasta hace unos días, al seno del morenovallismo se preguntaban el papel que desempeñaría Jorge Charbel Estefan Chidiac en el proceso electoral que definirá al próximo gobernador del estado.

Conocida su estrecha relación con la candidata del PRI, Blanca Alcalá Ruiz, se cuestionaban si esta amistad terminaría por influir más que sus vínculos familiares con el candidato de enfrente, el del PAN, José Antonio Gali Fayad, de quien es concuño.

En una reunión de sobremesa, al calor del debate y de la construcción de escenarios en torno del proceso electoral, uno de los principales operadores políticos del morenovallismo aseguraba hace poco que las lealtades de Estefan tendrían que estar con el PAN y con Gali, dado que desde Casa Puebla se habían girado instrucciones para apoyarlo en la elección de diputado federal por el distrito de Izúcar de Matamoros, en 2015.

Este mismo personaje deslizó esa vez que había un acuerdo con Estefan para mantenerlo fuera de la contienda electoral de 2016.

Si bien no apoyaría a Gali, por ser priista, tampoco se sumaría a las labores proselitistas en favor de Blanca Alcalá.

Eso es lo que sostenía un sector del grupo en el poder, representado por aquel operador.

Sin embargo, no todos compartían su punto de vista.

Desde otro sitio se tenía la certeza de que el diputado federal por Izúcar ya se encontraba inmerso en el trabajo político tricolor.

Además de cobijar a la senadora con licencia en las negociaciones que sostuvo con algunos de los aspirantes a la ‘mini’ gubernatura que se quedaron en el camino, como Javier López Zavala, Estefan acordaba de manera personal (y desde su casa) el apoyo que los presidentes municipales emanados del PRI tendrían que otorgar a la futura candidata.

Este sector del morenovallismo ya esperaba que el ex secretario de finanzas del CEN del PRI tomase partido por Alcalá, de manera pública y sin limitaciones.

Entre esas dos corrientes de opinión se analizaba el rol que jugaría Jorge Estefan en la guerra (electoral) que se avecinaba… hasta hace unos días.

Ayer que fue reclutado para la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI, en lugar de Ana Isabel Allende Cano (que renunciará en horas para dar paso al recurso de prelación) y de Ricardo Urzúa Rivera (que ya no llegó), parecen haberse despejado las dudas alrededor de este evidente conflicto de intereses.

Estefan jugará con Alcalá.

Fuentes acreditadas del priismo le confiaron al reportero que la candidata y el nuevo dirigente conversaron sobre todos estos temas antes de acordar y concretar el arribo a la dirigencia del partido.

Cuentan que el diputado federal le habría asegurado que no tiene ningún compromiso con el gobernador Rafael Moreno Valle, que el presunto episodio de complicidad electoral del 2015 es falso, y aunque reconoció sus afectos con Gali y los integrantes de su familia, le habría dicho que era priista y que trabajaría por el partido y por ella, que era su amiga.

Estefan le habría comentado también a Alcalá que esperaba que el futuro candidato del PAN, su concuño, entendiera su posición, y le habría dejado claro que en ningún momento de la campaña, desde la presidencia del partido, realizaría ataques y/o descalificaciones en su contra.

En pocas palabras: se comprometió a encabezar el PRI para tratar de hacerla gobernadora pero sin lastimar -al menos de manera directa-a José Antonio Gali.

¿Será posible eso?

¿Superará con éxito la encrucijada de los lazos afectivos personales y familiares?

Ya se verá en las semanas y meses por venir.

Para mayor información:http://www.oem.com.mx/elsoldepuebla/notas/s1239.htm

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...