A modo de despedida del gobernador Rafael Moreno Valle, el presidente Enrique Peña Nieto inauguró el segundo piso de la autopista México-Puebla, pues aun cuando el primero lo invitó al corte de listón de otras obras, no prometió regresar.
Pese a que llegaron juntos en una camioneta que Peña Nieto manejó y que se llenaron de halagos mutuamente, el distanciamiento entre ambos mandatarios estatal y federal estuvo marcado en el presídium por una vecina que estuvo sentada entre ambos.
Igual ocurrió cuando tomó el micrófono el secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT) federal, Gerardo Ruiz Esparza, quien daba por menores de la obra que tuvo un costo de 10 mil 500 millones de pesos, 500 más a lo que se presupuestó y que no aclaró porque se elevó.
Moreno Valle fue el primero en tomar el micrófono, quien no fue cobijado con aplausos como sí ocurrió después con Peña Nieto.
El gobernador poblano pese a que agradecía el apoyo del presidente para llevar a cabo el viaducto elevado y que -según él- era un sueño de los poblanos, el Ejecutivo fue sobrio en corresponder a los alabos.
Incluso, al invitar a Peña Nieto para inaugurar otras obras por concluir de su gestión, como son el tren turístico y otras que ya están terminadas como son el cuartel militar en Xicotepec y el complejo de seguridad C5, no respondió a esas invitaciones y mucho menos cuando tomó la palabra hizo alguna referencia a corresponder con una nueva visita.
Tanto al principio como final del evento, el mandatario federal recorrió el pasillo donde estaban los invitados, con Moreno Valle “un paso atrás”, mientras se tomaba foto y saludaba a las personas.
Al bajarse hizo lo mismo con los diputados locales y federales, principalmente priistas que se encontraban en las primeras filas frente al templete; los diputados locales panistas Jorge Aguilar Chedraui, Pablo Rodriguez Regordosa, Patricia Leal y la legisladora federal del mismo partido, Genoveva Huerta Villegas, no se acercaron a buscar la fotografía del recuerdo.
Obra endosada por RMV, dice Peña
Respecto al viaducto inaugurado, Peña Nieto recalcó que el proyecto forma parte de su Programa Nacional de Infraestructura, pero que le fue “endosado” por Moreno Valle cuando asumió el cargo.
Sin embargo, dijo que pese a ser una obra del estado de Puebla beneficiará también a la zona metropolitana.
“Aquí no importa cuál sea el signo político que tengan los gobiernos, hubiera mezquindad autentica si regateáramos esfuerzos para que obras como la que hoy inauguramos se realizarán, es un esfuerzo y colaboración conjunta porque así lo hemos acreditado y quien diga lo contrario que lo pruebe”, declaró.
En cuanto a detalles específicos del proyecto, Gerardo Ruiz Esparza, detalló que con el nuevo viaducto transitarán 11 mil vehículos, con lo que se verán beneficiados más de un millón 700 mil habitantes de la zona.