A su paso por Puebla, Arne aus den Ruthen Haag, excity manager de la delegación Miguel Hidalgo e impulsor de Poder Antigandalla, retiró 296 objetos utilizados para apartar lugares en las colonias Anzures y El Mirador, algunos del SAT y la Fiscalía.
Su visita del miércoles y jueves no pasó inadvertida, no sólo en redes sociales, sino también en las calles donde este jueves, entregó los “bienes mostrencos”, nombre que se le da a todo “bien mueble perdido o abandonado en la calle, el cual debe ser entregado dentro de tres días a la autoridad municipal”.
Tras dejar los múltiples objetos en la plancha del zócalo del ciudad, Ruthen Haag dialogó por el síndico municipal, Héctor Sánchez Sánchez, y con el director de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación, Mauro Nava Rossano, en la entrada del Palacio de Ayuntamiento.
En la reunión, las autoridades municipales confirmaron que el actuar de los “antigandallas” no fue “gandalla”, pues recibieron denuncia alguna o reporte alguno contra los activistas, además de que ellos sí actuaron conforme a la ley, pues es un delito obstruir vía pública.
Asimismo, informaron que de acuerdo con lo que marca la normativa municipal, los ciudadanos tendrán 36 horas para acudir al ayuntamiento a reclamar sus mostrencos, además que –en caso cumplir con la ley—deberán pagar una multa de entre 3 mil y 5 mil pesos para recuperar sus objetos.
Aparecen Lord y Lady
Su visita comenzó en la Universidad Iberoamericana de Puebla, donde habló de su proyecto y del “deseo de aplicar la ley”, a través del ahora movimiento Poder Antigandalla, como una forma de dar orden y un compromiso para convertir a las personas en “buenos ciudadanos”.
Al día siguiente, reunidos en el estacionamiento de Plaza Dorada llamó a los poblanos a que se sumaran al retiro de los “cachivaches”, donde logró reunir a por lo menos 40 ciudadanos.
Conforme inició el retiro, comenzaron los reclamos y ahí nació #LordCamarón, hombre que sin éxito, discutió por más de 20 minutos con el excity manager para que no se llevarán la figura.
El recorrido continuó y ni la Fiscalía General del Estado (FGE), ni las oficinas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) se salvaron, a pesar de que, en el SAT, trabajadores argumentaron tener el “permiso constitucional” para apartar lugares.
Conos, cubetas, llantas, señalética, barras, un camarón, huacales de madera, barras y otros instrumentos fueron liberados, en el primer intento de recordarles a los propietarios de inmuebles que “la calle es de todos”.
