Por Redacción

El hongo pleurotus, segunda especie de mayor importancia comercial en México, podría degradar en 70 por ciento los pañales desechables, que desencadenan problemas ambientales por la celulosa que contienen.

Rosa María Espinosa Valdemar, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco (UAMA), señaló que dichas prendas “llegaron para quedarse, aun en los niveles socioeconómicos más bajos se han convertido en un artículo de primera necesidad. Tan es así que, ante un desastre natural o catástrofe, siempre se solicitan pañales desechables en los centros de acopio”.

Actualmente, en la Ciudad de México se recolectan alrededor de 13 mil toneladas de desechos diario, y en un estudio reciente sobre la composición de residuos en una muestra, entre materia orgánica, plástico, papel, cartón, vidrio y demás residuos, los pañales desechables representan siete por ciento del total en peso de los residuos sólidos, señaló la investigadora.

El volumen que generan los pañales desechables y los problemas ambientales que conllevan podrían disminuir si se degradara su material orgánico; sin embargo, la forma en que suelen envolverse para desecharlos impide que la celulosa contenida en los mismos tenga contacto directo con microorganismos que pudieran apoyar su degradación, argumentó.

 

Probado en guarderías

En un principio –comentó– el pañal solo era un rectángulo con una gran capa de celulosa recubierta de plástico. Tiempo después se agregó el súper absorbente, las cintas, los resortes, el gel y hasta dibujos, colores y aromas.

Por ello, propusieron un proceso que requiere combinar los pañales con otros residuos, que al mezclarse aportan nutrientes para los hongos que degradarán el pañal.

Explicó que el desarrollo tecnológico consta de un nuevo proceso que utiliza el hongo pleurotus para degradar de forma acelerada la celulosa contenida en el pañal desechable, la cual representa entre 80 y 90 por ciento de la totalidad del mismo. La seta únicamente degrada la celulosa del pañal; sin embargo, aun cuando el plástico u otros materiales de los pañales subsisten, el volumen de un pañal degradado disminuye notablemente, de un kilogramo por ejemplo, a 300 gramos, cantidad muy importante, considerando la difícil situación imperante respecto al manejo de residuos en el país, afirmó.

El nuevo desarrollo tecnológico se aplicó en residuos sólidos de guarderías y centros de desarrollo infantil y hasta el momento solo se han degradado pañales que contienen orina, debido a que la cantidad de pañales con orina generada por los pequeños, en comparación con los pañales que contienen residuos fecales, es mucho mayor –de seis o siete pañales diarios, cinco contienen exclusivamente orina–; además de que el tratamiento de pañales con residuos fecales requiere otras condiciones de mayor control y complejidad, apuntó Espinosa Valdemar.

La degradación de los pañales es compleja debido a la composición mixta de los mismos (celulosa, súper absorbencia, resortes, diferentes tipos de plástico, tela, entre otros). No obstante, bajo las condiciones adecuadas, esta tecnología  garantiza una degradación superior a 70 por ciento de la totalidad de la prenda.

 

Foto: Paho

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