De encuestas, candidatos omitidos y aspirantes que se quedarán en el camino

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en e-consulta, señala que un dato que hay que comenzar a registrar para no incurrir en lecturas sesgadas sobre las encuestas es el relativo a la tasa de rechazo, es decir, el indicador que mide el porcentaje de los ciudadanos que rehúsan ser entrevistados o no terminan de responder un cuestionario.

En Puebla este porcentaje ha ido en aumento al grado que de cada 10 peticiones de entrevista, en cuatro casos la respuesta es negativa. Esta situación, de acuerdo con algunos especialistas en la materia, revela una creciente desconfianza hacia las encuestas y las empresas que las realizan.

En el estudio de opinión que este martes se difundió de la firma Mas Data, la tasa del rechazo en domicilios fue del 41%.

La encuesta sobre intención de voto y preferencias partidistas ubicó a la esposa del gobernador Moreno Valle, Martha Erika Alonso Hidalgo, como la aspirante panista a la gubernatura más conocida y con más opiniones positivas que negativas de cara al 2018, seguida del ex alcalde capitalino Eduardo Rivera Pérez, y del presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del estado, Jorge Aguilar Chedraui.

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La herencia maldita de Rafael

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que sin temor a equivocarme, el Poder Judicial en el estado vive hoy su peor momento.

Magistrados improvisados, jueces sometidos, corrupción en todas sus áreas y todo el sistema bajo la tutela de un presidente cuya única misión es obedecer de manera incondicional las órdenes provenientes de Casa Puebla.

En este sexenio la administración de la justicia pasa por los intereses del Señor de Los Cerros, antes que por la letra de la ley.

Desafortunadamente cuando el resultado de un juicio no entra en los niveles de interés del mandamás poblano, este pasa a un segundo escalón, donde las determinaciones judiciales pasan a manos de unos cuantos despachos privados que tienen línea directa con el presidente del Tribunal Superior de Justicia, desde donde se definen los términos de las sentencias.

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Protege el ayuntamiento a dirigente violento de los colonos de Valle del Ángel

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que un día, con sorpresa, los vecinos de la colonia Valle del Ángel –ubicada cerca de Plaza San Pedro– descubrieron que en la intersección de las calles Niebla y Aire se encuentra una casa de citas. Lo extraordinario de esta situación es que el fraccionamiento está cercado y sus dos accesos son vigilados por guardias, que se supone solo dejan pasar a los colonos. Esta es una de tantas anomalías que el ayuntamiento de Puebla le tolera al presidente del comité de vecinos, quien recibe protección de funcionarios de la Comuna.

Se supone que el ayuntamiento de Puebla debe respetar la libre organización de los vecinos de centros habitacionales, pero debe vigilar que no surjan abusos de los comités de colonos y que se respete la legalidad. Tal parece que la administración del alcalde Luis Banck Serrato no tiene claro que esa es su función, ya que en el caso de Valle del Ángel se da protección oficial a los excesos cometidos por representantes vecinales.

No se trata de un asunto menor, no es un pleito de algunas familias por el control del comité de colonos, tal como pasa en muchos lugares de la capital. Un grupo de 158 vecinos ha denunciado por escrito –dirigidos a la autoridad municipal– las siguientes anomalías de édgar Lara Rodríguez y María Teresa Rodríguez Ruiz, quienes son el presidente y la tesorera de la mesa directiva, respectivamente:

En el listado se agravios se incluye que son presuntos responsables de provocarles lesiones a dos vecinos de Valle de los Ángeles, en un par de hechos de violencia por separado. Que muchos colonos han recibido amenazas directas y otros más por medio de panfletos que se reparten casa por casa. A los proveedores de mercancías se les cobraría una especie de extorsión para permitirles que entren a surtir a las tiendas de la zona o entregar algo a los propietarios de viviendas.

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Martha Erika puede, pero parece que no quiere

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, indica que el hiperactivo gobernador electo Antonio Gali Fayad sabe que el tiempo apremia en la transición, una vez que su gobierno no podrá darse el lujo de tener una curva de aprendizaje por los escasos veinte meses que ejercerá el cargo. Si en lo administrativo los tiempos son ajustados, en lo político el margen de maniobra también será mínimo para impulsar cuadros propios, debido a que la fiebre de postulaciones para el 2018 se desatará unas semanas después de su toma de protesta.

Más que construir, Gali Fayad debe trabajar con los cuadros que hay. Y si Mas Data resulta tan acertada como hasta ahora lo ha sido, Martha Erika Alonso parte con ventaja ya que su posicionamiento es sólido, tanto en conocimiento como en balance de positivos/negativos. Su postulación, en vista de la escasa competencia del PRI y la incógnita que representa Morena, podría darle al PAN su tercera victoria consecutiva en la gubernatura. Puebla se convertiría en el bastión panista por excelencia, como lo ha sido Guanajuato desde los noventa o lo fue Jalisco durante tres sexenios consecutivos.

Ese escenario idílico solamente tiene un pero. Y ese pero es que, según cuentan algunos personajes de su entorno cercano, Martha Erika Alonso no está convencida de postularse a la gubernatura de 2018. De momento, por lo menos, dice no. Si esa negativa se mantiene, la sucesión de Gali Fayad y la continuidad panista en el poder abre un espacio de incertidumbre.

¿Por qué Martha Erika dice no?

Ese entorno cercano afirma que la secretaria general del PAN no ve claro la conveniencia de postularse y meterse al golpeteo político si su esposo y ella ya hicieron Historia en el mejor sentido de la palabra. Es decir, el proyecto morenovallista triunfó, no sólo por los resultados que ofreció a Puebla en materia de gobierno, si no por asegurar una sucesión victoriosa y feliz con Antonio Gali. En otras palabras: no hay necesidad de someterse a un desgaste innecesario que produce el enfrentamiento en las urnas.

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