Incongruencia política
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que hace seis años, en el ocaso del sexenio marinista, el impopular gobernador saliente Mario Marín Torres pretendió vender algunos predios, entre ellos uno ubicado en la zona de Angelópolis, que formaban parte del patrimonio estatal.
La reacción del gobernador electo Rafael Moreno Valle fue inmediata. A través de varios conductos le mandó a decir a Mario Marín que si se atrevía a desincorporar esos bienes, los funcionarios involucrados pagarían con cárcel su osadía.
Uno de los emisarios morenovallistas más aguerridos fue el diputado José Manuel Janeiro Fernández, miembro de la Comisión de Hacienda y Patrimonio Estatal de la LVII Legislatura del Congreso del estado.
No está de más aclarar que la venta de ese inmueble, en donde hoy se ubica el Centro Integral de Servicios (CIS), se canceló.
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¿Rompimiento sin retorno?
Jorge Rodríguez en su columna A Puerta Cerrada, publicada en El Sol de Puebla, indica que el rompimiento de relaciones entre el gobernador Rafael Moreno Valle y el hijo del ex mandatario Mariano Piña Olaya, Juan Pablo Piña Kurczyn, parece no tener retorno.
Después de que el diputado federal por Teziutlán se negara el jueves a seguir el dictado de Eukid Castañón Herrera para votar en lo particular a favor de la Ley de Ingresos de 2017, y optara, en cambio, por respaldar la petición del coordinador de la bancada panista en San Lázaro, Marko Cortés Mendoza, para ir en contra, las diferencias siguen manifestándose.
Ayer, en sesión ordinaria de la Cámara de Diputados, Piña Kurczyn fue el encargado de fijar la postura, a nombre del PAN, en torno a un dictamen de la Comisión de Derechos Humanos relacionado con las facultades del titular del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Juan Pablo Piña es integrante de la Comisión de Derechos Humanos pero no es el único panista que hay dentro.
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Exclusión y persecución contra cinco diputados críticos del morenovallismo
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que contrario a la promesa de cambio, el morenovallismo significó implantar formas primitivas de hacer política. Para el caso de la LVIII y la LIX Legislaturas la orden que salió de Casa Puebla y se ha aplicado al pie de la letra, es que el diputado que ose hacer críticas o denuncias se le debe excluir de la toma de decisiones, sus comisiones tienen que ser bloqueadas y se le congela todas las iniciativas o puntos de acuerdo. Son formas que no siquiera se aplicaban cuando el PRI era la fuerza hegemónica en el estado.
Los cinco diputados que en su momento sufrieron ese tormento morenovallista son: el ex militante de Movimiento Ciudadano José Juan Espinosa Torres, el priista Pablo Fernández del Campo, el panista Juan Carlos Espina von Roehrich, la legisladora del Partido Verde Geraldine González y ahora se ha sumado a esa lista la perredista Socorro Quezada Tiempo.
El caso más extremo fue el de Pablo Fernández del Campo, a quien por órdenes del gobernador se había decidido que se le iba a negar el derecho más elemental de un diputado, que es pertenecer a alguna comisión legislativa.
De no haber sido por la intervención del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, simplemente lo hubieran “congelado” como diputado, con la complacencia del PRI local y de la mayoría de los integrantes de la LIX Legislatura, que se destacan por el miedo, el pavor, la sumisión ciega que le tienen a Moreno Valle.
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Manipulan encuesta a favor del rector Esparza en BUAP
Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, indica que ya se perdió todo el respeto por la BUAP.
El rector Alfonso Esparza ordenó una encuesta al CISO para conocer de primera mano el sentir de la comunidad universitaria sobre diversos temas.
Gobernabilidad, quehacer académico, construcción de infraestructura, percepción estudiantil, relación con otras instituciones, el conocimiento institucional y personal del rector para preparar la reelección de Esparza.
En el sondeo también piden a los universitarios una calificación sobre el gobernador Rafael Moreno Valle y el alcalde de Puebla, Luis Banck.
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Gobernadores, el ajuste sexenal
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, señala que no, no son solamente Padrés, los Duarte y Borge.
Pocos, muy pocos se salvan.
Expedientes contundentes existen con información certera que involucra a gobernadores y ex mandatarios en la comisión de diversos ilícitos.
Muchos y muy fuertes.
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Los Calderón vs Anaya vs Moreno Valle vs Los Calderón: la guerra civil panista
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, indica que si Moreno Valle tiene decidido su juego al interior de Acción Nacional como el panista funcional a Los Pinos y cuya escalada de promoción es abiertamente tolerada por el CEN tricolor, los Calderón ya han trazado su propia estrategia: enfrentar en primera instancia a quien consideran el rival más fuerte para Margarita en una hipotética contienda interna, Ricardo Anaya, y dejar para el último al gobernador poblano, a quien consideran el rival más débil y asequible de derrotar.
Los politólogos han construido la teoría de que el sistema político mexicano se caracteriza por batallas electorales de dos, nunca de tres, y que las encuestas ejercen de filtro para eliminar al rival más débil. Así se han disputado, afirman, todas las elecciones presidenciales desde el 2000, cuando Fox se adueñó de la idea del cambio y desplazó a Cuauhtémoc Cárdenas al tercer lugar, quien tuvo un papel testimonial. En 2006 el PRI se desfondó rápido de la carrera, lo que permitió que la batalla se concentrara en dos polos: Calderón vs López Obrador. Por último, en 2012, Josefina Vázquez Mota nunca levantó, y los comicios se concentraron en Peña Nieto vs López Obrador.
Los tres presidenciales del PAN quieren una batalla de dos y trabajan arduamente para lograrlo. Una vez que las encuestas colocan a Margarita Zavala como la puntera, el rival más débil que abandone la carrera debe salir de entre los dos segundos lugares, Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle. El fuego cruzado entre ambos es muestra de esa estrategia.
Ubicado en tercer lugar de la contienda, Moreno Valle debe liquidar a Ricardo Anaya para poder subir al segundo escalón. El queretano, actual segundo lugar, quiere mantener su posición de dirigente nacional para seguir acercándose a Margarita Zavala y ni siquiera tiene pensado en voltear a debatir con el gobernador poblano, tercer lugar.
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