Van 11 explosiones por tomas clandestinas en los últimos 4 meses. Foto: Especial
 Van 11 explosiones por tomas clandestinas en los últimos 4 meses. Foto: Especial
Van 11 explosiones por tomas clandestinas en los últimos 4 meses. Foto: Especial

La muerte de un menor de edad, 11 vehículos calcinados y ningún detenido como presunto responsable, es el saldo de las 11 explosiones en tomas clandestinas y bodegas de combustible robado que se han registrado en Puebla en los últimos cuatro meses.

El caso más reciente ocurrió la tarde del martes en el municipio de San Salvador Huixcolotla, en una bodega en obra negra; el hecho fue reportado por los vecinos, quienes señalaron que se trató de una toma clandestina.

Días antes, el 18 de noviembre, a unos pasos de la presidencia municipal de San Nicolás Buenos Aires, se incendió una bodega con combustible de procedencia ilícita, donde fueron los vecinos quienes sofocaron el fuego, ya que ninguna corporación de seguridad pública se presentó.

La mañana del 8 de noviembre, en la colonia La villita, municipio de Tecamachalco, en terrenos de cultivo explotó una toma ilegal de hidrocarburo y cinco camionetas cargadas con combustible.

Más casos en Tepeaca y Quecholac

El día previo, a unos metros de la autopista Puebla-Orizaba, a la altura del kilómetro 155, perteneciente al municipio de Tepeaca, automovilistas reportaron un incendio en lotes baldíos y, luego de que bomberos acudieron al lugar, se informó que se trató de dos camionetas con 6 mil litros de combustible robado.

Dos kilómetros más adelante, en Palmarito Tochiapan, municipio de Quecholac, el 4 de noviembre se registró una fuerte explosión, también producto de una toma ilegal; cabe destacar que en el lugar quedó calcinada una camioneta del ejército mexicano, sin embargo, las autoridades no informaron si elementos castrenses resguardaban la zona ni quién ocasionó el incendio.

Por otro lado, el 25 de octubre, en el municipio de Tehuacán, un taller mecánico y una refaccionaria de autopartes se incendiaron por varias horas luego de una explosión, lo cual apuntó a que eran utilizados como bodega de gasolina ilícita.

En tanto, la tarde del 15 de septiembre, en Chalchicomula de Sesma, una casa particular se incendió luego de que explotaron cuatro toneles con 200 litros de combustible cada uno; en el lugar había una familia, de la cual murió un niño de 14 años de edad.

Incendio dura casi dos días

El 9 del mismo mes, en San Bartolomé Hueyapan, municipio de Tepeaca, vecinos reportaron que una camioneta abandonada con hidrocarburo ilícito estaba en llamas en medio de un terreno baldío.

En la misma colonia, pero el día 2, una fuerte explosión tuvo lugar en una toma de combustible, la cual permaneció ardiendo hasta que los ductos se quedaron vacíos.

El incendio más notable y, que alcanzó cobertura incluso internacional, fue el ocurrido en Palmarito Tochapan, en Quecholac, el 24 de agosto, ya que fue sofocado casi dos días después.

La explosión fue ocasionada por huachicoleros mientras “ordeñaban” los ductos de Pemex, por lo que bomberos acudieron al lugar, pero lograron terminar con el siniestro 39 horas después.

Autoridades minimizan crímenes

A excepción del caso registrado en Chalchicomula, el resto han ocurrido en el llamado “Triángulo Rojo”, la zona con el mayor índice de robo de combustible.

Ediles de los municipios que comprenden dicha zona han denunciado presiones de las bandas de chupaductos e, incluso, han señalado que estos son protegidos por los pobladores, lo cual complica su detención.

Asimismo, el edil de Santa Rita Tlahuapan, Joel Díaz Ramírez, no descartó que elementos del Ejército estén coludidos con los criminales y, de igual forma, reconoció que habitantes del municipio comercializan el combustible.

Ante la creciente práctica del crimen, también ha aumentado la violencia, sin embargo, autoridades estatales y federales la han minimizado.

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