Escrito por: Alejandra Olivera @AletzOliv

El escritor Jaime Mesa Castelán indicó que su renuncia al Instituto Municipal del Arte y Cultura de Puebla (Imacp), se debió a que dejó de “creer” en el proyecto, pues no estuvo de acuerdo en cosas de las que –aseguró– es crítico.

En entrevista con Ángulo 7, evitó detallar sus razones al argumentar que “la explicación de la explicación llevaría a muchos malentendidos”, luego de que el pasado lunes publicara en su blog que en los últimos meses las condiciones para realizar su trabajo “se volvieron casi rústicas”, razón por la que renunció a dicha dependencia, donde se desempeñaba como encargado del área de literatura.

Ante la pregunta de si terminó en buenas condiciones con la directora del Imacp, Anel Nochebuena Escobar, contestó que el trato fue “en un marco de respeto”. Sin embargo, dejó entrever su falta de credibilidad en el proyecto, pues dijo que la relación queda en tanto “alguien pueda salirse de un proyecto en el que no cree”. 

“No estoy de acuerdo con estas cosas, me voy, esa acción es más contundente que cualquier detalle que se pueda agregar, quedamos en ese sentido, en que alguien que no está de acuerdo se va”, acotó.

 

Las bestias negras, nueva novela 

Mesa Castelán fue entrevistado durante la Primera Feria del Libro Independiente celebrada en Casa Nueve, donde presentó su tercer libro, “Las bestias negras”, el cual gira en torno a Eliseo de la Sota, quien mueve los hilos de la cultura en una entidad.

Comentó que los primeros borradores fueron en 2011; en 2014 la entregó a la editorial, Alfaguara, que la publicó hace tres meses.

Indicó que el motivo para escribirla “fue el golpeteo sistemático” que la mayoría ha sufrido por parte de personas que “creen que están un poco arriba de ti, que se suben a un ladrillo y piensan que están encima de nosotros por un poco o mucho poder que alguien les da”. 

Destacó que la novela no es exclusiva de la burocracia cultural como se ha señalado, sino que “se expande a cualquier persona que haya trabajado el poder y que no haya entendido que el poder momentáneo sobre alguien laboralmente se va a acabar, lo cual no da derecho para despreciar a la gente”. 

 

Foto: Especial