A un año de que la Red de Mujeres Universitarias formalizara las acusaciones de acoso contra profesores de la BUAP, la universidad sólo ha cesado a tres, mientras que otros siguen dando clases, además que le institución ha incumplido con al menos tres compromisos.
Así lo dio a conocer la Red de Mujeres Universitarias Articuladas que, a un año de haber entregado su pliego petitorio contra el hostigamiento, señaló que han avanzado poco porque los compromisos que se habían logrado en un principio con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) quedaron en el olvido.
En conferencia a medios, a través de Zoom, recordaron que, de cinco profesores de la Facultad de Comunicación sobre quienes pesas denuncias, apenas dos fueron separados de sus cargos; en Ingeniería Química sólo se fue uno, pero en la Facultad de Lenguas, en la que también hubo denuncias, hasta el momento no se tiene respuestas de las autoridades universitarias.
Otros incumplimiento es que, pese a que la universidad se comprometió a talleres para sensibilizar a alumnos y docentes en el tema de acoso, luego la institución puso de pretexto la contingencia sanitaria, al indicar que ya no era posible hacerlos y que “algunos” de sus profesores ya están tomando cursos del tema, pero la red puntualizó que no se trata de que unos cuantos lo tomen sino que debe ser la plantilla docente completa y también para los estudiantes.
Asimismo, luego de que en marzo de 2020 hicieron las denuncias directas contra profesores señalados de acosar, para agosto de ese año, dichos docentes seguían impartiendo clases o aparecían en los horarios de las facultades, por lo que la situación empeoró, pues lejos de que los preceptores modificaran su conducta, al no ser sancionados, siguieron acosando e intimidando a los alumnos.
BUAP hace a un lado a Red de Mujeres Universitarias
También acusaron que a la Red de Mujeres Universitarias Articuladas ya no se le quiere tomar como una mediadora entre la máxima casa de estudios de Puebla y las víctimas, sino que ahora les exige dar los nombres de las denunciantes y tratar de manera directa con ellas, pese a que muchas de las y los afectados prefieran permanecer en el anonimato por miedo a represalias y que sea la propia red que los represente.
En el caso de la Facultad de Comunicación, la represión llegó al nivel de que una de las docentes que había acompañado y apoyado a la red, ya no le fue hecha válida su recontratación.
La profesora expuso que, antes del despido, ella pasó un año de terrorismo laboral por su apoyo a las alumnas y que para ya no contratarla, la facultad alegó que sus horarios para dar clases no eran compatibles con lo que necesitaba la institución; y así, sin dejarla modificarlos o darle más opciones fue despedida.
La docente indicó que hay muchos profesores en la BUAP que son intimidados para que no apoyen a los estudiantes que denuncian estos actos, y que en su caso, aunque ya no es más parte de la universidad, seguirá con el apoyo a este movimiento y como una integrante de la red.
Otro de los puntos incumplidos por la BUAP fue el de la entrega del mural histórico sobre estos casos de acoso en la universidad, para que la comunidad universitaria sepa lo que se ha logrado, pero hasta el momento esto tampoco ha tenido respuesta.
Alumnos desconocen protocolos de denuncia
La Red de Mujeres Universitarias Articuladas aseguró que la BUAP debe invertir en los temas de información porque los alumnos no conocen el proceso o las instancias internas a las que deben acudir en caso de ser violentados.
Recordó que, en su última reunión con las autoridades universitarias, estas se comprometieron a realizar infografías para explicar el proceso de las denuncias, pero esto no se ha hecho todavía.
Respecto a los procesos de tardanza como forma de intimidación, indicó que los casos los han documentado más en otras facultades; una vez más, la universidad al mando del rector Alfonso Esparza Ortiz se excusa con la pandemia, pero la red recordó que hay casos de alumnos en los que la titulación avanza y en otros donde los alumnos fueron críticos a la institución no hay avance.
Cabe recordar que las alumnas de la BUAP, Brenda Paola Cabello Mendoza y Paola Duarte Ramírez, acompañadas de los diputados federales Alejandro Carvajal Hidalgo de Puebla y Diego del Bosque Villareal de Coahuila, acusaron en San Lázaro presuntos hostigamientos por parte de la universidad, en forma de trabas escolares, como represalia por formar parte de organizaciones estudiantiles críticas de la institución.