El expresidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, señaló que detrás del golpe militar que lo orilló a renunciar está el rechazo de “poderes económicos” a su estrategia de nacionalizar recursos como el carbonato litio, de cual prevé que se exporten 350 mil toneladas al año para 2020.
Así lo declaró este miércoles en su primera conferencia como asilado político, en el Museo de la Ciudad de México, donde también sostuvo que dichos poderes no aceptan que su gobierno haya iniciado la exportación de cloruro de potasio.
“No aceptan que sacáramos de la pobreza a las familias más humildes, no nos aceptan la nacionalización de los recursos naturales; después de la nacionalización empezamos a industrializar (…) en una planta piloto”, refirió el depuesto mandatario.
Y es que el gobierno de Morales Ayma, que se extendió de 2006 a 2019 con cuatro reelecciones, impulsaba una Estrategia Nacional de Industrialización de los Recursos Evaporíticos de Bolivia en tres fases: 1) la explotación de carbonato de litio; 2) la industrialización; y 3) la comercialización masiva en forma de baterías.
Este proyecto giraba en torno del salar de Uyuni, en la provincia boliviana de Potosí, donde se cree que está la mayor reserva mundial de cloruro de litio del mundo, lo cual permitiría al pequeño país sudamericano convertirse en gran proveedor para industrias como la automotriz y de fármacos psiquiátricos.
Un primer paso de la administración del izquierdista fue un decreto, que emitió en diciembre de 2018, para autorizar una sociedad mixta entre la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y la alemana ACI Systems (ACISA) a fin de explotar dicho mineral
No obstante, el pacto generó oposición y protestas de las comunidades bolivianas alrededor del yacimiento, pues sólo recibirían un 3 por ciento de las ganancias, por lo que el expresidente decidió derogarlo el 3 de noviembre, es decir, sólo 14 días después de haber sido reelecto, en comicios cuestionados por la OEA, y 6 antes de ser depuesto por el golpe militar.
El politólogo Alfredo Jalife Rahme y el expresidente de Uruguay, José Mujica Cordano, opinan que la derogación del decreto para la explotación de litio habría motivado el golpe contra el exmandatario, con el apoyo de las fuerzas armadas bolivianas.
Morales Ayma reiteró que quienes lo sacaron del poder, supuestamente movilizando protestas y ataques a sus allegados, también rechazaron sus acciones para “sacar de la pobreza a las familias más humildes”.
En este sentido, aseguró que, en 13 años de su gobierno, el Producto Interno Bruto (PIB) pasó de 9 mil millones de dólares a 44 mil millones, al fin de este 2019, mientras que el porcentaje de pobreza extrema bajó del 38 al 15 de población.
“Mi gran delito es ser indígena. Ese es un problema de clases; cuando organizaciones sociales están en el poder, la policía se amotina, ahora para defender a grupos que están en el poder económico”, agregó.
Pide a bolivianos dialogar y parar violencia
Al referirse a la crisis política en su país, agudizada tras su renuncia, convocó a civiles, militares y políticos a un “diálogo nacional, con agenda abierta y nos pueden acompañar naciones amigas”.
Al Ejército y la Policía, les pidió que “no se manchen con la sangre del pueblo” y criticó que, pese a renunciar él, sigan agrediendo a sus simpatizantes cuando se manifiestan en las calles.
Reiteró que no tiene ninguna objeción con que organismos internacionales verifiquen técnicamente si hubo fraude en la elección donde resultó reelecto. Sin embargo, remarcó que “si mi pueblo pide estamos dispuestos a volver para apaciguar”, aunque ya no participe como candidato a la presidencia.
Presidenta interina confirma golpe
Sobre la Organización de Estados Americanos (OEA), acusó que entregó el informe de las elecciones del 20 de octubre pasado de manera adelantada, pues estaba previsto que lo emitiera este 13 de noviembre, por lo que afirmó que “no está al servicio del pueblo Latinoamericano, sino de Estados Unidos”.
En cuanto a Jeanine Áñez Chávez, senadora que se autoproclamó presidenta interina de Bolivia, manifestó que su llegada al cargo confirma el golpe de estado, pues lo hizo sin que la Asamblea Plurinacional hubiera discutido y aprobado la dimisión que él presentó.
“No respetó la constitución, el artículo 161; cualquier renuncia tiene que ser aprobado o rechazado, y no se realizó esa sesión”, expuso.
En el evento, Claudia Sheinbaum Pardo le concedió una medalla como huésped distinguido de la Ciudad de México.
Vivirá en casa del gobierno federal: AMLO
Por otra parte, en su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que Morales Ayma residirá en “una vivienda que se le proporciona del gobierno federal, para su estancia y también con la protección necesaria”, sin dar más detalles de la ubicación.
Al preguntarle si se reunirá con él, dijo que sí, pero cuando sea “necesario”, pues “yo quiero que él tenga tiempo, libertad para sus cosas y soy respetuoso de sus tiempos, de su agenda”.
Comentó que “no es una casualidad” que, el mismo día en que llegó el expresidente boliviano al aeropuerto capitalino, “se organicen (los policías federales) para protestar.
“Ahí hay alguien que está meciendo la cuna, ya nada más es cosa de decir de parte de quién, pero es evidente que es un acto de provocación (…) ¿Cómo es que saben que hay una atención por la llegada de Evo y buscaban hasta detener el convoy?, reclamó y advirtió que exhibirá a quienes estén detrás de estas movilizaciones.
Reiteró que, al conceder asilo político al expremier boliviano, “nos apegarnos a los principios en este caso de política exterior de México, a lo mejor de nuestra tradición diplomática. Es un timbre de orgullo lo que se ha hecho en la historia de México. Ningún país en el mundo tiene un historial tan consecuente y digno en materia de asilo como nuestro país”.
Trascendió que Morales Ayma ya empezó a reunirse con personajes destacados de vida pública, como el legislador Mario Delgado Carrillo, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados y aspirante ser presidente nacional de este partido, y la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros.