El Aquarius es un barco de las organizaciones no gubernamentales SOS Mediterranée y Médicos sin Fronteras, que el pasado sábado salvó a 629 migrantes africanos, pero, cuando la embarcación se dirigía a puerto italiano, las autoridades no le permitieron tocar tierra.
El sábado pasado, el navío rescató a 629 personas, entre migrantes y refugiados, quienes intentaban llegar a suelo italiano y sus lanchas sufrieron accidentes o averías que podrían haber causado su muerte.
Cuando Aquarius se encontraba a 35 millas de Italia y 27 de Malta, las autoridades italianas los detuvieron y mantuvieron en el mar sin brindarles respuestas. Así, sumaron 72 horas. Incluso, los trabajadores humanitarios y periodistas dieron a conocer que en la madrugada del sábado, la armada italiana rescató algunas personas y las transfirió al Aquarius.
El lunes, Médicos Sin Fronteras urgió a los miembros de la Unión Europea facilitar la inmediata desembarcación en el puerto más cercano pero Italia les dijo que no aceptaría que el barco tocara alguno de sus puertos, lo que inició una gran movilización de las ONG´s.
Sara Alonso Esparza, periodista de la radio española RNE quien se encuentra en el barco, denunció que el gobierno italiano hizo público que la embarcación iría a España pero la tripulación no había sido notificada y el barco se mantenía parado.
España y Francia ofrecen ayuda
Luego, el gobierno español, liderado por Pedro Sánchez, dijo que podría tocar puerto español, a esta aseveración se sumó el Primer Ministro de Francia, Edouard Philippe, quien dio a conocer que ayudaría a España a recibir y analizar la situación de los refugiados y migrantes.
Cuando el Aquarius recibió el anuncio del gobierno español, se negó a emprender el viaje debido a la cantidad de personas y el hacinamiento que ello ocasionó, así como las pocas reservas de comida, las cuales no alcanzarían para recorrer 700 millas hasta Valencia.
El martes, las autoridades italianas permitieron que se le mandara a la embarcación comida y medicinas; además, se envió a un buque guardacostas y de la Marina para que apoyaran en el transporte de las personas y así evitar el hacinamiento como reducir la posibilidad de un accidente.
Luego de la transferencia de personas, el Aquarius sólo transporta a 100 migrantes y refugiados.
La fosa más grande del mundo
La decisión de Italia no ha caído bien para trabajadores humanitarios quienes se encuentran decepcionados y preocupados porque en la actualidad no se puede ocupar el barco para hacer otros rescates en el mar que incluso ha sido llamado como la “fosa más grande del mundo”.
Ya con menos tripulantes, se pudieron reanudar los servicios de aseo personal. Un tercio de las nectarinas que Italia donó al Aquarius estaban podridas, por lo que fueron tiradas al mar, así lo reportaron periodistas y trabajadores humanitarios en las redes sociales.
La travesía no terminó ahí, en este momento Aquarius y los otros navíos siguen viajando hacia España a donde se espera lleguen el sábado en la noche, cumpliendo así una semana en el mar.
Huyen de África
Durante los últimos días, las organizaciones informaron que el grupo total de personas rescatadas asciende a 630. La mayoría de ellos proviene de África subsahariana, seguido del Medio Oriente incluyendo el Norte de África, las nacionalidades con mayor presencia son Sudán, Nigeria, Sudán del Sur y Argelia.
Médicos Sin Fronteras informó que a más de 20 migrantes y refugiados les está proporcionando atención médica porque han sufrido quemaduras por químicos luego de estar expuestos a la gasolina y agua del mar, elementos presentes en los botes inflables en los que intentaban llegar a Europa.
La misma organización anunció que varios de los rescatados sufrieron violencia y explotación tanto en Libia como en sus países de origen.
Toda esta situación no sólo cuestiona las decisiones del gobierno italiano que ya ha mermado la capacidad de rescate, sino que expone una creciente discriminación de navíos, tal como lo difundió en twitter Ismael Monzón, corresponsal de la agencia española Noticias Cuatro quien evidenció que los barcos que rescatados por militares sí pueden tocar suelo italiano pero no aquellos auxiliados por las ONGs.
