Por Redacción

La resolución de la  Organización Mundial de la Salud (OMS) que ubica a los embutidos y carne roja como carcinógenos para los humanos es un llamado a la disminución en cantidades y frecuencia de su consumo, no a la prohibición de éstos.

Así lo consideró la investigadora del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), Graciela Caire Juvera, quien dijo que si bien las carnes procesadas están dentro del Grupo 1 de la clasificación de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), ello no significa que sean igual de peligrosas que otras sustancias ubicadas dentro del mismo grupo como el humo del tabaco, el alcohol, el plutonio, el aire contaminado, el asbesto y las radiaciones ionizantes.

Indicó que el consumo diario y en cantidades elevadas de los embutidos puede causar riesgo de cáncer de 18 por ciento con respecto a las personas que no los ingieren; cifra menor comparada con el riesgo que causa el cigarro, el alcohol o el plutonio.

La científica –quien estudia la incidencia de cáncer mamario y su asociación a factores de riesgo ambientales como la dieta, el estado nutricional y la actividad física– indicó que las carnes rojas no procesadas fueron clasificadas en el Grupo 2A porque no hay evidencia contundente de que su consumo sea causa de cáncer; “lo que se ha visto es que pueden aumentar el riesgo en personas que las consumen todos los días y más de 100 gramos”.

Destacó que la propia OMS ha dado datos de que las muertes anuales atribuibles al tabaco son alrededor de un millón y al consumo de alcohol cerca de 600 mil, mientras que a las carnes procesadas se le atribuyen alrededor de 34 mil defunciones.

Además, argumentó que el cáncer es una enfermedad multifactorial, ya que tiene orígenes como la genética, las radiaciones gama, los pesticidas y el estilo de vida en el que influyen factores como el tipo de alimentación, la inactividad física y la obesidad.

 

No prohibir su consumo

Por lo anterior, hizo un llamado a no estigmatizar el consumo de carnes rojas y procesadas, sino a regularizar su ingesta, pues dijo que se recomienda el consumo de embutidos dos días a la semana en cantidades de 50 gramos, equivalentes a una salchicha o dos rebanadas de jamón, mientras que de carne roja debe ser menor a 100 gramos.

Mencionó que la CIAD ha realizado trabajos sobre cómo la alimentación de la población de Sonora podría ser un factor de riesgo para desarrollar cáncer de mama, teniendo como resultados un mayor riesgo entre la población que lleva una dieta muy calórica, con azúcar y grasas saturadas.

Desde 1983, este centro público de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) ha evaluado la dieta en esa entidad, donde el cáncer colorrectal y de mama son de las principales causas de muerte por neoplastia. Los datos han mostrado que las carnes rojas y los procesados cárnicos son de los principales alimentos ingeridos entre la población, en contraste con un menor consumo de alimentos con fibra, considerados como un factor protector ante compuestos carcinógenos.

 

Editado por : Alejandra Olivera

Foto: Meme

incendios forestales