Científicos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) descubrieron un hongo el cual, tiene la capacidad de comerse los plásticos. Ahora, se analiza su uso enfocado a la contaminación de ecosistemas, a causa del plástico.

Los hallazgos se realizaron gracias a investigadores del Laboratorio de Cultivo de Tejidos Vegetales de la BUAP. Sin embargo, cabe destacar la participación del Jardín Botánico Universitario de la BUAP. Además, de un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard, liderados por Michael Bradshaw.

En cuanto a este nuevo hongo “come plástico” descubierto por la BUAP, se trata de un microrganismo del género Epicocum. Este hongo, se encuentra en encinos Quercus glaucoides×Quercus microphylla y Quercus liebmannii×Q. microphylla. Ambos tipos de árboles se encuentran en México, e incluso en la misma entidad poblana.

En esta línea que busca aplicaciones biotecnológicas a partir del estrés de las plantas, detectamos al hongo del género Epicocum, el cual pese a que no hemos determinado su especie, comprobamos que ‘come’ plástico, hallazgo con un enorme potencial ante la grave contaminación que sufren diversos ecosistemas del planeta a causa de este material.

Señaló Carlos Alberto Contreras Paredes, responsable del Laboratorio de Cultivo de Tejidos Vegetales

Ahora, los científicos de la BUAP seguirán estudiando las propiedades de este hongo. Y, tal como se mencionó, se realizarán estudios sobre la viabilidad de uso en el combate a la contaminación.

BUAP también estudia nuevo virus del jitomate

Entre otras investigaciones del Laboratorio de Cultivo de Tejidos Vegetales, está el Virus del Bronceado Rugoso del Fruto del Jitomate (ToBRFV, por sus siglas en inglés). Este virus pertenece al grupo de los tobamovirus. Su descubrimiento se realizó recién en 2014, en invernaderos del Medio Oriente de Asia.

Sin embargo, desde 2018 se reportó su presencia en México, en Baja California Sur. Y, con el pasar del tiempo, el ToBRFV llegó a Puebla, siendo posible encontrarlo en jitomates infectados que incluso se venden en mercados locales de la capital poblana.

Lo llamativo de este virus, es que es capaz de atacar a jitomates, más allá de que cuenten con alta resistencia a otros tipos similares de tobamovirus. Esto provoca la pérdida de grandes cantidades de producción, afectando la economía del sector agricultor.

La intención de estas investigaciones por parte del laboratorio de la BUAP, está que se conozca a fondo el virus. Cómo es que este infecta las plantas y qué tan rápido producen las proteínas virales. Así mismo, observar su capacidad de propagarse tanto en Puebla, como en todo el país.

Las pruebas que hemos hecho hasta el momento indican que el virus tarda hasta cinco días en diseminarse a partir de tejidos vegetales contaminados (hojas) hacia partes sanas de la planta, tiempo suficiente para que el patógeno se replique. Ahora queremos conocer que tan rápido se producen las proteínas virales, lo que nos permitirá entender los mecanismos que participan en la infección.

Comentó Contreras Paredes.

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