El sábado 18 de mayo, el candidato a la gubernatura de la coalición PAN-PRI-PRD-PSI, Eduardo Rivera Pérez, cometió el error de decir “morenacos” a los militantes de morena en un acto público.

Este término, compuesto por “more”, del partido Morena, y “naco” de totonaco, conlleva a una connotación despectiva hacia los simpatizantes de este partido porque son relacionados con una cultura indígena como sinónimo de “atraso” e “incivilización”.

Aunque Eduardo Rivera ofreció una disculpa después de usar ese término en sus redes sociales, señalando: “hice una expresión incorrecta de mi parte, aquellas personas que se hayan sentido ofendidas, les ofrezco una disculpa”.

Lo que es cierto es que en Puebla y en el país existe ese pensamiento clasista y racista como forma de auto reconocerse y “diferenciarse” de otros grupos sociales que no cumplen con ciertas expectativas.

Puebla es una ciudad fundada por españoles y, por décadas y hasta siglos, sus habitantes se han configurado con una perspectiva de ser superiores a otros pueblos o grupos sociales, independientemente de sus recursos económicos y aspirando a ser una clase alta, “digna de su nivel“.

Aquí enumeramos algunas de las frases racistas que se escuchan frecuentemente: “cásate con un güero para mejorar la raza”, “nunca falta un prietito en el arroz”, “¡ah, como eres indio!”, “se fue como las chachas”, “se viste como las gatas”, “no como fríjoles porque se me olvida el inglés”, “fue una fiesta de pueblo”.

Sin embargo, lo anterior no es privativo de Puebla, que está entre los estados donde más se discrimina, sino sucede en todo el país.

Rechazan la expresión morenacos

Como han comentado el presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina y el candidato por Morena, Alejandro Armenta Mier, se debe ir cambiando dicha configuración porque las culturas indígenas no representan atraso ni incivilización, sino gracias a ellas el país se ha mantenido de pie.

Es más, López Obrador señaló que va a escribir sobre el tema después de terminar su mandato como presidente, con el fin de sustentar el aporte que los pueblos indígenas han dado al país.

Por su parte, el investigador de la UNAM, Carlos López Beltrán, ha señalado que una prueba del racismo en México es que “normalmente, las personas situadas en los escaños más desfavorecidos de la sociedad tienden a ser personas con la piel más oscura y con orígenes indígenas”.

“En la televisión, se favorecen ciertos tipos de aspectos fenotípicos que no representan cómo somos realmente los mexicanos y esas distorsiones son parte del racismo estructural del que hablan los sociólogos (…) el racismo engendra violencia y muerte (…) el holocausto, todas las guerras basadas en la diferencia étnica se posibilitan por esta deshumanización”.

El reto de los tres niveles de gobierno y de los ciudadanos es revertir ese clasismo y discriminación, a través de la educación, programas sociales y proyectos comunitarios.

Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...