Editorial Ángulo 7
En este espacio vertirmos la opinión de nuestro medio, siempre con una visión contructiva Credito: Elaboración propia

La puesta en funcionamiento del hospital del IMSS en Cuautlancingo, que dará atención de urgencia y consultas de especialidades, tiene la meta de desahogar a La Margarita de 50 pacientes al día, con lo debe ser el inicio para solucionar la saturación de este nosocomio.

Este jueves, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) presentó a los medios de comunicación el nuevo hospital, que cual fue construido en un tiempo récord de cuatro meses y con una inversión de 608 millones de pesos, a fin de que tenga una vida útil de 40 años para atender hasta 100 mil derechohabientes por año en la zona metropolitana de Puebla.

Con 90 camas censables (de hospitalización) y 54 no censables (de apoyo al tratamiento), el personal de esta unidad dará consultas de especialidad en medicina interna, cirugía, pediatría y ginecología, además del servicio de cardiología, urología y cirugía pediatra, además de tener los instrumentos para realizar endoscopias.

Así, el IMSS busca desahogar al hospital de La Margarita de los pacientes referidos que llegan desde las clínicas 4, 11, 12, 14, 41 y 46, que son de la zona oeste de Puebla.

Para cumplir esta meta, la planta laboral será de 989 personas, de las cuales el 70 por cierto ya está en el hospital, mientras que el resto lo hará de manera paulatina, por lo que las instalaciones aún no funcionan al 100 por ciento de su capacidad.

Con todo, Ulises Cruz Apango, jefe de Servicios de Prestaciones Médicas, remarcó que el objetivo es mitigar la alta demanda de servicios que debe dar el hospital de La Margarita, aunque reconoció que no es la solución definitiva a un problema que se ha agudizado desde hace casi seis años.

Saturación se agudizó tras sismo de 2017

Y es que, a partir de la inhabilitación del hospital de San Alejandro, por el daño estructural que sufrió en el sismo de 2017, los hospitales de San José y, principalmente, La Margarita tuvieron que cargar con el peso de los servicios y pendientes del nosocomio desalojado, lo cual disparó la saturación de servicios.

A ello se aunó un proceso de reconstrucción con irregularidades durante el fin de sexenio de Enrique Peña Nieto, cuando Mikel Arriola Peñaloza y Enrique Doger Guerrero fungían como director general del IMSS y delegado en Puebla, respectivamente.

CIMA, proyecto que retrasó

Bajo esa administración, el instituto compró el edificio del Centro Internacional de Medicina (CIMA) por más de 400 millones de pesos, pese a que llevaba casi 20 años sin utilizarse para atender pacientes, con el plan de construir un hospital de 400 camas que sustituyera al de San Alejandro.

Sin embargo, el gobierno de Peña Nieto no terminó la obra y esta fue cancelada en 2019, al inicio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, cuando el nuevo director del instituto, Zoé Robledo Aburto, acusó que se trató de la compra de un “elefante blanco” y anunció que el CIMA albergaría oficinas administrativas, pero no el esperado hospital.

Hasta noviembre de 2022, tras tres años de incertidumbre, Robledo Aburto ratificó que el hospital de San Alejandro se reconstruiría, ahora con sólo 180 camas, en su sitio histórico, para lo cual se demolería el quedó inhabilitado por el sismo. Además, informó de que el instituto construiría uno nuevo de 400 camas en Amozoc, el de 90 camas en Cuautlancingo y realizaría la ampliación de La Margarita con nuevas unidades de alta especialidad.

Cinco meses después, el IMSS confirmó más de 10 mil millones de pesos para dichos hospitales, uno de los cuales ya inició operaciones, aunque no al 100 por ciento.

El reto del instituto, que se ha impuesto a sí mismo, es terminar la reconstrucción de San Alejandro, inaugurar el hospital de Amozoc y ampliar los servicios especializados en La Margarita. Sin duda, la ciudadanía debe estar atenta al cumplimiento de estos compromisos que, como el presidente López Obrador ha sostenido, mejorarán la atención a los derechohabientes en Puebla.

LPR

incendios forestales