El relleno sanitario de Chiltepeque, de la capital poblana, corre el riesgo de colapsar, pues se encuentra asentado sobre un sistema de fracturas de la tierra, por lo que aumentar su volumen causaría un derrumbe, advirtió la regidora Augusta Díaz de Rivera.
Lo anterior durante la 55 sesión extraordinaria de Cabildo, donde la concejal panista presentó un informe respecto al estado del tiradero, en el cual, asegura, se documentó el incumplimiento de la empresa RESA, concesionaria del servicio desde 1995, a sus obligaciones.
Comentó que el relleno no cumple con la regla de sitio y que no se debería aumentar su almacenamiento, al declarar “no es factible un proyecto que comprometa más volumen y peso al sitio, el riesgo de derrumbarse es real”.
Lo anterior pues debajo del basurero hay un sistema de fracturas geológicas, por lo que ni siquiera debió implementarse el tiradero, que se encuentra al sureste de la ciudad, en Santo Tomas Chautla.
En este sentido, llamó a que se reconsidere ampliar la concesión a RESA, pues en pláticas con el ayuntamiento ha propuesto ampliar la capacidad de una celda, además de reubicar dos torres de alta tensión, sin incluir un plan integral para reducir su volumen.
Díaz de Rivera enlistó una serie de omisiones por parte del relleno sanitario, como no operar bajo la norma 083 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), no contar con dictamen ambiental, además de no realizar un plan de emergencia, pues apenas en 2012 hubo un deslizamiento.
Aseguró que estas irregularidades se encuentran documentadas en el referido informe, el cual no se ha publicado, mientras que afirmó tener respuesta por escrito del Organismo Operador del Servicio de Limpia (OOSL) del incumplimiento de la concesionaria.
No apto ampliar concesión
La regidora panista adelantó que RESA planteó de manera anticipada una ampliación de la concesión, siendo que el contrato finaliza en 2022; no obstante, insistió que el actual relleno ya no es apto, a menos de que se reduzca el volumen de los residuos.
Refirió que, al renovarse el contrato con la empresa en 2008, ésta planteó la construcción de una planta incineradora de residuos, lo cual bajaría la cantidad de basura y generaría energía eléctrica, sin que a la fecha se dé a conocer el estado de este proyecto, que no se concretó.
Un estudio publicado en mayo por el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim) reveló que al relleno del Chiltepeque le restan siete años de vida útil, siendo que actualmente ingresan mil 408 toneladas de residuos al día.