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Segunda de tres partes

En esta segunda entrega para el prestigiado portal Ángulo 7, discuto la afirmación hecha por el doctor Enrique Cabrero director del Conacyt referida al apoyo con recursos fiscales, a proyectos de innovación y desarrollo tecnológico a las empresas, como garantes de mayor empleo y bienestar social. Al revisar la página de transparencia del Conacyt (http://ow.ly/HeUB30g6QGp) hallé el documento: Programa de Estímulos a la Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación (Eicdti), que informa de cómo se distribuyeron estos estímulos financieros entre microempresas, pequeñas, medianas y grandes empresas durante 2012-2015, los cuales sistematicé en el Cuadro 1.

Los datos muestran que de cada 100 empresas de México, 95 son microempresas las cuales crearon cerca del 75 por ciento del empleo, pero sólo alcanzaron menos del 20 por ciento de los Eicdti del Conacyt. En cambio, un puñado de grandes empresas, Bayer y General Motors entre otras, accedieron a casi una tercera parte de estos estímulos.

En este contexto, hay que preguntarse: ¿Destinar mayor financiamiento para promover la innovación de las grandes empresas, contribuye al bienestar social? Temo que no; al contrario, han sido estas empresas las responsables de las penurias en que viven los trabajadores, así como de la crisis socioambiental que está poniendo en riesgo la sobrevivencia de la raza humana. Vayamos por partes.

Innovación y ganancias extraordinarias

En el capitalismo la obtención de riqueza y capital, así como su multiplicación, es el motor de la reproducción ampliada del capital, donde los dueños del capital tienen que innovar siempre su proceso de producción, para poder obtener ganancias extraordinarias. Como se sabe, la innovación reduce el valor de una mercancía, comparada con su valor social, lo que le permite a la empresa agenciarse parte de la plusvalía creada por aquellas menos tecnificadas, las cuales invierten más trabajo en la producción de la misma mercancía.

Es la pugna por estas ganancias extraordinarias el estímulo económico que tienen las grandes empresas para innovar continuamente su producción; por esta vía algunas de ellas derivaron, desde finales del siglo XIX, en capital monopólico-oligopólico para entrar, según Lenin (http://ow.ly/58Of30g9EBd), al reparto del mercado mundial, y poder extraer enorme masa de plustrabajo en países, como México, donde privan bajos salarios, para resarcir la caída de la tasa de ganancia.

¿Por qué dejaron de crecer los salarios? Pregunta Nadal y responde que se debe a la caída en la tasa de ganancia que experimentó el capital desde los años 60 lo que lo llevó a una ofensiva en contra del trabajo, en una acometida en contra de sindicatos y en un endurecimiento anti salarial (http://ow.ly/ToH330g9Hqe)”.

Para John Smith (http://ow.ly/sADW30g9KiV) “el neoliberalismo debe ser registrado como nueva fase imperialista de desarrollo del capitalismo, entendiendo el imperialismo por su esencia económica: explotación del trabajo vivo en países del Sur del mundo por los capitalistas del Norte”.

Veamos sucintamente un solo ángulo de la crisis socioambiental ocasionada por el capitalismo, para completar la respuesta a la pregunta plateada.

El capital y la ruptura del metabolismo socio-ambiental

Como se dijo, la viabilidad del capitalismo implica la superexplotación de aquellos trabajadores que viven en países de bajos salarios, para atenuar la caída de la tasa de ganancia. Pero no basta con ello. La reproducción ampliada también ocasiona la fractura del metabolismo social, concepto usado por Marx (El Capital, Tomo I) para referirse a la relación sociedad-naturaleza, mediado por el trabajo como creador de valores de uso y de cambio. El trabajo, dice Marx, como creador de valores de uso, como trabajo útil es condición de la existencia humana, necesidad natural y eterna de mediar el metabolismo que se da entre el hombre y la naturaleza.

Por su parte, la peculiaridad del trabajo abstracto, generador de valor de cambio, no tiene como base ningún intercambio con la naturaleza, aunque forzosamente lo implica. En el capitalismo el valor de uso está subordinado al valor de cambio, y su multiplicación implica, entre otras cuestiones, crear más necesidades innecesarias, satisfechas con mercancías también innecesarias.

Morris (citado por Bellamy http://ow.ly/leP130g9K0k) sostuvo: El intercambio de mercancías capitalista convirtió lo que ya era fuerza de trabajo explotada, en fuerza utilizada en esfuerzo inútil, no creativo, vacío, que ya no sirve para satisfacer necesidades sociales, sino para dilapidar recursos y vidas. Hoy la reproducción del capital como sostiene Morris, gira en torno a la producción de mercancías para ricos, que no tienen utilidad alguna, salvo para que esos ricos gasten su dinero.

Este crecimiento desmedido y sin control del capital, no se corresponde con el ritmo de reproducción de la naturaleza, expresándose en una fractura del metabolismo sociedad-naturaleza que tiene su origen porque se busca satisfacer necesidades que nacen de la imaginación de una clase social parasitaria.

En conclusión, cuando el Conacyt otorga Eicdti a las grandes empresas, lo que origina es que aumenten su capacidad técnica, que deriva en menores salarios, mayores niveles de pobreza de la mayoría de los trabajadores y de la ruptura del metabolismo sociedad-naturaleza, que está poniendo en riesgo la sobrevivencia de la raza humana.

Lee la primera entrega en https://www.angulo7.com.mx/2021/09/27/donde-esta-mexico-en-ciencia-y-tecnologia-replica-al-doctor-cabrero/

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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Miguel Ángel Damián Huato es profesor-investigador del Centro de Agroecología del Instituto de Ciencias de la BUAP. Fue Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2011 y es miembro del Sistema Nacional...