Durante 2020, profesores contratados por el esquema de hora clase en la BUAP impartieron 50 mil 551 cátedras (57%) a la semana, a diferencia de los docentes de tiempo completo, que dieron 33 mil 376 horas (37%), mientras que los maestros de medio tiempo tuvieron 5 mil 388 (6%).
Así lo dieron a conocer los académicos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), German Sánchez Daza y Sergio Cortés Sánchez, quienes durante una entrevista con Ángulo 7 compartieron las conclusiones que presentaron en distintos foros de “Retos” organizados por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades.
Los también docentes de la Facultad de Economía aseguraron que la docencia sostenida por los maestros de hora clase no es una problemática exclusiva de la BUAP, pues en los últimos 20 años no se aumentaron plazas de tiempo completo a diferencia del incremento de la matrícula.
Respecto a la BUAP, Sánchez Daza precisó que desde hace 18 años, la universidad mantiene un promedio de 2 mil 500 plazas de medio y tiempo completo, pese al crecimiento de la matrícula estudiantil, que en 2004 era de 40 mil y para el ciclo escolar 2019-2020 superó los 80 mil alumnos.
“Es a partir de 2009 cuando la contratación de maestros hora clase aumenta hasta superar a los tiempo completo, pues hace 12 años había unos mil 500 docentes bajo este esquema y para 2020 hay 4 mil 555”.
Disparidad en salarios
El investigador de la BUAP agregó que el salario bruto de los profesores de hora clase oscila en 4 mil 857 al mes, ya que pueden dar desde 4 horas clase hasta 36 a la semana, por lo que su sueldo depende del número de horas que impartan al mes.
Por su parte, el sueldo bruto mensual de los maestros de tiempo completo es en promedio de 18 mil pesos, siendo de 25 mil 913 para los titulares A. En tanto, para los docentes de medio tiempo, su salario bruto mensual oscila entre 9 mil 814 y 6 mil 859 pesos.
Los salarios para los 4 mil 555 profesores de hora clase suman 22 millones al mes contra los 44 millones de pesos que la universidad dispersa para los 2 mil 500 docentes de tiempo completo, mientras que los de medio tiempo reciben 6.6 millones de pesos cada mes.
Al analizar los tiempos que cubrían los profesores de hora clase, Sánchez Daza precisó que 25 por ciento tuvo menos de 15 horas a la semana, en tanto que de 15 a 19 fue un 23 por ciento, de 20 a 30, 36 por ciento y el 16 por ciento de los educadores superó las 30 horas en cinco días.
Por su parte, Cortés Sánchez estimó que “por cada 10 horas pizarrón de los hora clase, los tiempo completo damos unas seis horas”.
Precariedad laboral de los maestros hora clase
Añadió que estos profesores mantienen una precariedad laboral, pues en la mayoría de casos trabajan en dos o más escuelas bajo el mismo esquema, para compensar el bajo ingreso, pues la BUAP paga en unos 120 pesos la hora impartida, sin otro tipo de bono o prestación.
Cortés Sánchez puntualizó que la “explotación” de estos maestros terminará por mermar la calidad de la educación, pues bajo este modelo de trabajo “deben entrarle a todo tipo de clases”, algunas veces ajenas a su disciplina y con una rotación cada semestre.
“Suponiendo que tenemos el mismo nivel de calificación y de experiencia, el problema es la dedicación, un hora clase generalmente tiene más de una plaza, trabaja aquí 10, 12 horas y en otras escuela otras 10 horas ¿A qué hora preparas tu clase?”, declaró.
En este sentido, reiteró que “desde hace 10 años” la educación superior está sustentada en los docentes de hora clase; no obstante, advirtió que el exceso de trabajo y las múltiples materias causa un detrimento en la calidad de cátedras.
La docencia e investigación, los inmolados
Además, señaló: “los maestros de medio tiempo no cuentan con cubículo y ni siquiera todos los de tiempo completo tienen”.
“Muchas veces ni siquiera se sustituyen los profesores de tiempo completo que se jubilan, su plaza se debe negociar con la unidad académica, por lo que hay un faltante muy grande (…) para los maestros de tiempo completo y medio tiempo, también, cada vez hay una carga mayor de trabajo”, indicó.
Los investigadores de la Facultad de Economía concluyeron que se debe de dar mayor presupuesto a la academia y reducirlo en el pago de salarios a altos funcionarios, incluyendo el del rector, además de que el gobierno federal otorgue mayores recursos, siempre y cuando exista una total transparencia en el manejo del dinero público.
