Una estimación del Banco Mundial sugiere que el abandono escolar en América Latina y el Caribe podría incrementarse en 15 por ciento entre los niños de 6 a 17 años, por el impacto de la crisis económica tras la pandemia por Covid-19.
Así lo dio a conocer el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en su reporte Ecuación en pandemia: Los riesgos de las clases a distancia, en el que recopiló algunas estimaciones del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) entre otras.
De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial, la pandemia causó en México un rezago que equivale a dos años de escolaridad, pues antes de la pandemia los mexicanos alcanzaban en promedio aprendizajes correspondientes a tercero de secundaria. Hoy su conocimiento llegará solo al equivalente a primero de secundaria.
El IMCO puntualizó que alumnos con menos aprendizajes significan futuros trabajadores con menos habilidades, lo que puede reducir sus ingresos en un 8 por ciento anual durante su vida laboral.
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que en los próximos 80 años este fenómeno le podría costar a México un monto acumulado de hasta 136 por ciento del PIB de 2019. Esto implicaría que nuestro país dejaría de producir hasta 1.7 por ciento del PIB cada año o un monto similar al gasto total ejercido por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en 2019.
Además, por lo menos 628 mil jóvenes entre 6 y 17 años han interrumpido sus estudios debido a la crisis económica derivada de la pandemia, según cálculos del Banco Interamericano de Desarrollo, una disminución de esta magnitud significa un retroceso de 13 años en el nivel de asistencia escolar.
Acciones para compensar rezago escolar
Ante estas estimaciones, el IMCO propone generar y publicar datos sobre el abandono escolar, la pérdida de aprendizajes y el bienestar de los alumnos tras la pandemia. Estos datos deberían obtenerse de pruebas estandarizadas y ser la brújula para que autoridades, directores y maestros diseñen planes para disminuir el rezago educativo.
Además de aprovechar las atribuciones en educación que tienen los estados para diseñar e implementar acciones locales para reincorporar a los alumnos y compensar el rezago académico, por ejemplo a través de programas de tutorías. Estas acciones deben basarse en los resultados diagnósticos y el contexto de cada región.
Cabe mencionar que Mexicanos Primero presentó un reporte en el que señaló que antes de la emergencia sanitaria, en México existía un rezago educativo de 52 por ciento y que con la suspensión de clases presenciales, el déficit aumentó a 75 por ciento y que la pandemia había dejado un rezago equivalente a tres ciclos escolares, por su parte, la SEP rechazó esta última estimación.
