A dos años de ser atacada con ácido y luego de cinco veces que se pospusiera la comparecencia del principal acusado, Esmeralda Millán exigió celeridad al proceso judicial, al señalar que su búsqueda por justicia ha sido desgastante, sin que a la fecha haya una sentencia.
La tarde de este lunes, en Casa de Justicia en Tlaxcalancingo, la mujer acudió acompañada de allegados, quienes se apersonaron con lonas en las que exigían justicia para Esmeralda, agredida el pasado 2 de diciembre de 2018 en un fraccionamiento de Coronango.
Sería esta la sexta vez que la víctima acude ante el llamado del juez, sin que se logre concretar la audiencia intermedia de Fidel N, expareja de Esmeralda y el presunto autor intelectual del ataque, siendo que se mantiene en prisión preventiva desde hace dos años por el delito de tentativa de feminicidio.
A su salida del inmueble, Daniela, abogada de Esmeralda, señaló que el juez dio un plazo de tres días para que se nombrara un nuevo defensor a Fidel N, a causa de “deficiencias técnicas” en la defensa, por lo que comentó que, si bien no hay fecha para la emisión de una sentencia, “se puede ver el actuar del juzgado para que no se hiciera una reposición del proceso”.
Por su parte, Esmeralda aseveró que seguirá con su lucha para conseguir justicia, aunque confesó que ha sido un proceso “agotador” que incluso la ha desgastado emocionalmente.
“Espero que sea un avance y que siga así, que ya no le den tanta prioridad a esta persona, porque sí es un desgaste emocional muy fuerte y nada mas no hay justicia (…) Realmente perdí muchas cosas de mi vida, perdí un ojo, son muchas cuestiones que perdí desde ese día ”, comentó en entrevista a medios.
La mujer insistió en su exigencia para que Fidel N rinda cuentas de sus presuntos actos, al señalar que hay “pruebas claras” de su implicación en el incidente, el cual afectó su vida y manera de vivir.
“Que ya le den una sentencia, en su cara tienen las pruebas de lo que hizo, porque realmente, para mí, dejó mi vida sin sentido, realmente desde ese día murió esa Esmeralda que tenía esperanza, tenía un sentido porque vivir”, declaró.
