Trabajadores del Hospital Universitario (HP) acusaron que el nosocomio les oculta que hay seis casos positivos de Covid-19 que tuvieron contacto con el jubilado fallecido, y denunciaron que temen más contagios pues no les proporcionan insumos de calidad.
Así lo señalaron, de manera anónima por temor a represalias, algunos trabajadores a Ángulo 7, quienes destacaron que tanto el personal administrativo como doctores y enfermeras están preocupados debido a que al fallecido, a quien en un inicio le dieron como causa una enfermedad pulmonar, no le realizaron la prueba de Covid-19 hasta después de perecer, falla que permitió el contagio.
Los entrevistados señalaron que, en consecuencia, tres enfermeras y tres doctores que tuvieron contacto con el fallecido comenzaron a presentar síntomas, dando positivo en la prueba.
Señalaron que en un inicio fueron aislados durante 24 horas en el área de ortopedia y neurocirugía, la cual fue reacondicionada para recibir a los pacientes con Covid-19; indicaron que, posteriormente fueron enviados a sus casas para mantener cuarentena.
Precisaron que la información la obtuvieron por sus propios medios, “pues las autoridades del hospital están muy herméticas. Nos están ocultando mucha información”.
“Mantienen oculta la información a todo el personal. Las autoridades de este nosocomio se ocultan en la torre médica en el noveno piso, con la contadora Ángeles Benítez Simontes, administradora de las farmacias Fleming”, apuntaron.
Acusan a HUP de negligencia
Para los trabajadores de salud y administrativos, las alarmas se encendieron el pasado viernes que ocurrió el mencionado fallecimiento, razón por la que, comentaron, el mismo día solicitaron hacer guardias mínimas, ya que hasta el momento seguían laborando en su jornada habitual.
No obstante, precisaron que el jefe respondió con ligereza que “no pasaba nada”, siendo que los médicos están en contacto con pacientes y que, en el caso del personal administrativo, suelen llevar documentos a dichas áreas.
Señalaron que incluso desde antes de que fuera emitida la emergencia sanitaria, la universidad “no toma en cuenta las indicaciones del gobierno federal”, pues siguen laborando las personas inmunodeprimidas y de tercera edad, quienes son las más propensas a contraer el virus.
“No nos oponemos a trabajar. Pero no dejan hacer guardias mínimas y quieren que vengamos todos, hasta las áreas administrativas”, mencionaron.
Al punto, precisaron que su intención no es irse a sus casas a “descansar”, sino que la institución brinde las medidas necesarias para evitar que se contagien de los pacientes.
Cubrebocas, de mala calidad y carencia de insumos
Mencionaron que los insumos que la universidad les da son insuficientes, pues el cubrebocas proporcionado es de “mala calidad“, ya que se logra apreciar que están hechos de un material que se transparenta.
Indicaron que por las circunstancias y su lugar de trabajo, deberían al menos tener cubrebocas de tres capas, así como guantes y batas para el personal que es obligado a entrar a las zonas de posible contagio.
También, detallaron que el gel antibacterial estaría “diluido” ya que es sumamente líquido y casi no se percibe el alcohol, mientras que los baños, acusó, carecen de jabón de manos.
Por ello, hicieron responsables a la administración del rector Alfonso Esparza Ortiz, así como a las autoridades del hospital, ante cualquier contagio del personal.
Hasta el momento Esparza Ortiz no ha emitido ninguna postura al respecto, aunque desde que arribó la pandemia al estado ha sido constantemente señalado de ser negligente con la protección del personal vigilancia y sus estudiantes.
Cabe mencionar que el fallecido era camillero del Hospital Ángeles, sitio donde contrajo el virus y a partir de lo cual presentó sangrado en la orina y dolor abdominal, razón por la que fue ingresado al UH como paciente con insuficiencia renal, ya que era jubilado de la BUAP.
