A una semana del “Buen Fin”, poblanos siguen acudiendo a los comercios del Centro Histórico a comprar, aunque algunos solo checan precios, pero avalaron las medidas; trabajadores señalaron que han repuntado un poco las ventas aunque no se compran cosas tan caras.
En un recorrido hecho por este medio este lunes, se pudo constatar cómo en los negocios del primer cuadro de la ciudad todas las personas deben ingresar por lo menos con cubrebocas, pues de lo contrario no se les permite el acceso.
A esto se suma que en las entradas hay una persona checando la temperatura y echando gel antibacterial a quienes ingresan, además de que está dividido con cinta amarilla de precaución la entrada y salida para que los clientes no generen aglomeraciones.
Por ejemplo, en la tienda de ropa “Cuidado con el Perro”, ubicado sobre la calle 5 de Mayo entre la 2 Poniente y Reforma, en el área de mujeres, donde las poblanas tienen que hacer fila y esperar su turno para poder entrar, a fin de que el establecimiento no se exceda con el 33 por ciento de su capacidad.
Situación similar en el Woolworth, en donde se colocaron unifilas tanto en la entrada como en la salida para medir la afluencia de personas que ingresan y salen, por lo que en ambos lados se mantiene trabajadores de la tienda supervisando que se cumplan con las medidas sanitarias.
A esto se suma que, al menos en la calle 5 de Mayo, el ayuntamiento de Puebla instaló siete cercos sanitarios para repartir gel antibacterial y vigilar la sana distancia entre el peatón, así como instruir cual es la zona de entrada y de salida, por lo que la vialidad se encuentra dividida con la cinta de precaución.
Todos debemos cuidarnos: Angélica
En un sondeo que realizó Ángulo 7, Angélica comentó que si bien no se ha comprado aún algo, le parecen buenas las medidas implementadas por el gobierno municipal y por los propios comercios, pues saben que están en una emergencia sanitaria y deben cuidarse.
“Estoy checando precios en varias tiendas para ver que puedo comprar, tal vez unos zapatos y una playera que me hacen falta, tengo mil pesos para gastar”, pronunció.
Por su parte, María, quien compró en “Cuidado con el Perro” dijo que adquirió dos pantalones de mezclilla y una playera que en conjunto le costaron 350, por lo que se le hizo una “buena oferta”, ya que solo un pantalón estaba en 200 pesos.
“A lo mejor todavía compre algo más, tal vez unos tenis, o unos zapatos, ando checando precios y tal vez eso me compre hoy o en estos días que aún quedan del Buen Fin”, expresó.
En tanto, Franco, quien dijo ser habitante de Cuautlancingo, comentó que vino hasta al centro a hacer unos pagos y aprovechar para “dar la vuelta”, ya que dijo que no había comprado nada porque no necesitaba algo, además de que consideró que los precios son los mismos que en semanas pasadas.
Compran principalmente ropa
Por su parte, algunos trabajadores de los establecimientos como Sears, ubicado en la calle 3 Oriente, comentaron que en estos días se ha visto una mayor afluencia de personas, pero gente, principalmente en el área de zapatos y ropa, que es de lo que más acuden a comprar.
En el área de computadoras, dijeron, debido a que estuvo cerrado varias semanas por la pandemia del Covid-19, no se pudieron surtir con más equipos, por lo que algunos de los que tiene son de costos altos, pues hay hasta de 25 mil y 40 mil pesos.
“SI han comprado, pero al ser equipos de más de 20 mil pesos, pues la gente no los lleva porque por lo regular vienen a buscar equipos de 10 mil o máximo 12 mil pesos, porque algunos son para las clases en línea de primaria, secundaria o prepa”, asentó.
En tanto, un trabajador de Vittorio Forti, sobre la calle 5 de mayo, dedicada a la venta de trajes, comentó que el fin de semana, principalmente el domingo, se vio mayor gente que otros días, lo que ha generado que se suban las ventas, aunque no precisó en qué porcentaje.
Dijo que debido a que no hay eventos sociales como bodas, 15 años, graduaciones, bautizos, entre otros, por la pandemia del Covid-19, pues no requieren a comprar trajes y eso por varias semanas generó que los ingresos fueran bajos.
Refirió que lo que más venden son trajes, camisa y pantalón, aunque confió en que por la temporada de frío que se avecina, las chamarras y los chalecos “empiecen a jalar un poquito más”.
