Las tutorías de la BUAP son ineficientes para atender las necesidades académicas de los jóvenes, ya que la mayoría de los profesores asignados demuestran poco interés y no fungen como canal entre estudiantes y la institución, acusaron alumnas.
Lo anterior, de acuerdo con universitarias entrevistadas por Ángulo 7, quienes coincidieron en que el sistema de tutorías de la BUAP es ineficiente en las necesidades de los alumnos, pues falta comunicación y disponibilidad de los profesores asignados a dicha labor.
“Marlen” -quien eligió este nombre como anonimato, igual que el resto de las jóvenes-, de la Facultad de Derecho, señaló que “son pocos” los tutores asignados quienes “realmente trabajan con los estudiantes y brindan apoyo”, para atender manera rápida sus inquietudes académicas.
“Creo que se debe trabajar bastante en el área de tutores, ya que estos funcionan como canal de comunicación entre los alumnos y autoridades”, comentó.
Por ello, consideró que por la pandemia de Covid-19 y las clases a distancia, resulta más necesario que los tutores se establezcan como un canal con las autoridades universitarias, labor para la que fueron asignados.
Difícil que tutores busquen a alumnos
Por su parte, “Karina”, de la carrera de psicología, subrayó que es “difícil” que los tutores se dirijan voluntariamente a los alumnos, pues el principal acercamiento que suelen tener con ellos es como si fueran el profesor.
“En mi generación nos juntaron a todos [los alumnos] en un solo grupo. Los dos tutores tienen clase con nosotros. Yo solo tomo la clase de uno, y él solo nos habló como profesor y por su materia. De la otra tutora no sé nada”, mencionó.
Precisó que no existe una vinculación directa con los tutores, pues aunque desde el inicio de la carrera les informan quién ejercerá la función “nunca los vemos como personas a las que podemos recurrir si algo sucede”, pese a que se sabe que es su labor.
Como ejemplo, expuso que en el primer semestre del 2019, su grupo se acercó al tutor asignado debido a problemas con clases en línea de la materia métodos y técnicas de investigación en las ciencias sociales”, impartidas de tal manera porque la profesora no podía apersonarse por una situación personal.
No obstante, comentó que su tutor se limitaba a dirigirlos a la coordinación académica, sin fungir como un enlace directo o dar solución a sus necesidades, por lo que la falta de apoyo, un profesor de otra asignatura se comprometió y los vinculó con la Secretaria Académica de la licenciatura.
¿Cuál es la función del tutor?
De acuerdo con el portal de la propia universidad, la tutoría académica es un proceso de acompañamiento a estudiantes, con el que se asigna a un docente como tutor para apoyar a los jóvenes a lo largo de su trayectoria académica, promoviendo “su formación integral en los campos del conocimiento, habilidades, destrezas, actitudes y valores éticos”.
También, que desde el 2014, la tutoría “funge” como un brazo de la Dirección de Acompañamiento Universitario, con la finalidad de disminuir la reprobación, deserción y rezago escolar, a través de diversas categorías de tutores.
Clases virtuales agudizan desigualdad social
Por otra parte, “Jimena” -de sociología– consideró que la educación a distancia agudiza la desigualdad social de la población estudiantil, así como la brecha de conocimiento en el uso de plataformas digitales, tanto de alumnos como profesores.
“Si tú no tienes internet o un dispositivo que pueda acceder, ésta forma de clases online abren la brecha de desigualdad, de estudiantes que no tienen acceso a internet o que no están en las condiciones de poder sentarse a estudiar”, comentó.
Reconoció que existe un esfuerzo por parte de docentes por adaptarse a las nuevas tecnologías, aunque esto mismo resalta la falta de condición maestros en la materia.
