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Gali no consideró maltrato animal las corridas de toros y peleas de gallos

La columna De boca e boca, publicada en Ángulo 7, señala que los diputados locales del PAN andan muy a favor de prohibir las corridas de toros y peleas de gallos en Puebla, lo cual debe ser incluido en la Ley de Bienestar Animal del Estado, pero el exgobernador Antonio Gali Fayad cuando envió la iniciativa en marzo de 2017 para crear esa ley, no considerado estos dos temas como maltrato animal.

Entonces habría que preguntar a la bancada blanquiazul por qué ahora sí, más en específico a Oswaldo Jiménez López, sobrino político de Gali abanderado en su momento por el panismo.

La propuesta del exmandatario también hablaba de crear el Instituto de Bienestar Animal del Estado de Puebla como órgano desconcentrado de la entonces llamada Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial.

A estos dos temas, Morena en el Congreso y su coalición Juntos Haremos Historia, dicen sus legisladores que no le sacarán la vuelta, pero todo a punta a que serán abordados de “lejitos”, esperando que la coyuntura política los sepulte, lo cual será difícil ahora que panistas asumen como bandera política prohibir la tauromaquia y peleas de gallos.

Y si ya entrados en pro animales, panistas impulsan que se prohíban también charrerías, jaripeos, los zoológicos y acuarios para que sea parejo el asunto ¿no verdad?

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Claudia Rivera, la rival de Biestro

Jorge Rodríguez en su columna A Puerta Cerrada, publicada en El Sol de Puebla, indica que ni Fernando Manzanilla ni Olivia Salomón. El verdadero obstáculo de Gabriel Biestro para convertirse en candidato de Morena a la presidencia municipal de Puebla, como quieren él y su jefe, se llama Claudia Rivera Vivanco.

La edil en funciones no ha dicho que aspira a repetir en el cargo, pero ha sido cuidadosa en no descartarlo. La última vez que habló al respecto en público expuso que la reelección de los presidentes municipales es un derecho ganado, y que los derechos, cómo no, se deben ejercer.

Las palabras debieron impactar hondo en el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, quien es, hoy por hoy, precandidato único del gobernador Luis Miguel Barbosa a la alcaldía de la capital.

“Sobre el tema de la reelección, todavía es muy adelantado; yo estoy muy concentrada en el trabajo, en la confianza que me ha dado la ciudadanía”, respondió Rivera Vivanco el jueves pasado a los reporteros, esforzándose en eludir el asunto, pero sin expresar el “no” que la amarrara para el futuro.

Inmediatamente después describió el contexto que la alentaría a plantearse la reelección, como quien está próximo a confesar que así lo hará:

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La gobernadora Nay (risas grabadas)

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, señala que ¿Pueden ustedes imaginarse —sin morir de la risa— que la segunda gobernadora de Puebla fuera Nayeli Salvatori?

Les pregunto esto porque ayer la diputada federal reveló en un tuit que ella ya se vio como mandataria, aunque horas más tarde reculó, o al menos borró el mensaje en el cual se autodestapó.

La última puntada de la diputada que le cuesta algunos millones de pesos al año a los mexicanos, fue publicada en su cuenta de Twitter: “Yo sigo haciendo Reformas de Ley, ese es mi trabajo. Cuando sea Gobernadora de Puebla ya les diré si me parece buena o mala idea en mi Estado hacer una plaza de toros. Saludos. Espero ya puedan dormir.”

La respuesta de la legisladora devino de las voces que le cuestionaron cuál era su parecer, como antitaurina, ante el anuncio de su gobernador Miguel Barbosa por construir —o remodelar— una Plaza de Toros en Puebla.

Suponiendo sin conceder, como reza el clásico, que fuera candidata, lograra el triunfo y rindiera protesta como gobernadora constitucional de Puebla, la hoy diputada federal anunciaría con bombo y platillo que en la entidad desaparecerían las corridas de toros, tal y como lo propuso en la Cámara Alta.

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Los 4 funcionarios que sí debe cambiar la edil Claudia Rivera

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que la expectativa de que la edil de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, relanzaría su gobierno a inicios de este año, luego de un complejo y difícil aprendizaje a lo largo de 2019, ayer se acabó diluyendo cuando anunció una serie de movimientos menores –muy menores en realidad– en su equipo de trabajo, dejando intactas las posiciones de cuatro funcionarios generadores de conflictos, que destacan por su incompetencia y en algunos casos, por la sospecha de que estarías atrás de graves actos de corrupción.

El mensaje que la alcalde —surgida de las filas de Morena– dejó ver en entrelíneas es el siguiente: hace cambios en su administración, para que nadie cambie en la manera en que se conduce el ayuntamiento de Puebla, se ejerce el gasto público y se atienden los problemas urbanos de la capital.

La mayoría de los funcionarios que se han ido del gobierno municipal tenían un limitado campo de acción –como son los casos de Eduardo Peniche y de Benigno Román, quienes dejan las áreas de Desarrollo Económico y la dirección del DIF Municipal, respectivamente– y por motivos personales, que en algunos casos fueron sentirse discriminados. Pero a nadie se le ha movido por los malos resultados que arrojó en la ejecución de proyectos, en el manejo del gasto público y la concreción de metas planteadas a lo largo del primer año de la actual administración.

En resumen, se fueron algunos funcionarios que tal vez no merecían salir del ayuntamiento y se quedaron algunos de los que ya tendrían que estar fuera desde hace mucho, si es que se quisiera ofrecer mejores resultados a la ciudadanía.

Por lo menos hay cuatro funcionarios que ya son insostenible. Ellos son:

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Collantes, la justicia siempre llega

Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, señala que oooootro caso palpable de impunidad, gracias a la protección política que se vivió en el morenovallismo, es Jonathan Collantes.

El expediente 9028/2015, radicado en Nuevo León, contra el diputado local de Nueva Alianza exhibe toda la trama de quien también fuera alcalde de Tlachichuca.

Siempre bajo el cobijo de otro legislador local, Gerardo Islas, Collantes hizo y deshizo. Fue intocable para el morenovallismo. Así lo exhibió en su momento, Al Portador.

Sin el velo protector, ahora la justicia lo pondrá en su lugar.

Collantes fue edil bajo las siglas del PAN en Tlachichuca, donde fue señalado por malos manejos; fue embargado en sus bienes por juicios mercantiles como el que figura en el expediente número 138/2011.

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Puebla y el factor Alfaro

Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que ya es oficial; los opositores a Morena se concentrarán en el sector empresarial y en buscar en su interior caras nuevas que vengan a oxigenar el viciado ambiente de la vida pública del estado.

Cobijados potencialmente por una coalición de partidos, los hombres del dinero serán tentados por el canto de las sirenas del poder político, en un intento desesperado por no quedarse rezagados en la lucha por las presidencias municipales y el pleno del congreso estatal el próximo año.

Difícil disyuntiva para quien quiera entrarle al “toro”, si la decisión se analiza bajo la óptica de cómo se encuentra actualmente concentrado el control político en el estado.

Sin embargo, un argumento que pudiera ser utilizado en el proceso de convencimiento, tiene que ver con aquellos números que en su momento mostraron una caída en picada del voto a favor del Movimiento de Regeneración Nacional y la apuesta para que esta tendencia se mantenga hasta el día de la elección.

Seguramente, como lo han venido haciendo a la fecha, desde sus respectivas trincheras, partidos y potenciales candidatos harán lo posible por sumar al desgaste de los gobiernos emanados de Morena.

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PRI: Néstor Camarillo vs Xitlalic Ceja

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada Diario Cambio, señala que aunque el PRI parece un saco de huesos sin valor, cuya próxima contienda interna para algunos despierta el mismo interés que un Correcaminos vs Zacatepec, no parece inteligente despreciar los 300 mil votos que obtuvo su peor candidato a la gubernatura, Alberto Jiménez Merino, quien se quedó 200 mil votos atrás de los que obtuvo Enrique Doger Guerrero en la elección 2018.

¿Cuál es el valor electoral del PRI en este momento? Seguramente en la media del gris Jiménez Merino y del beligerante Doger, es decir, alrededor de 400 mil votos que dependiendo del nivel de participación en la elección del 2020, puede traducirse entre el 15 y 20% de la votación, lo que podría darles alrededor de 70 ayuntamientos y cinco diputaciones locales.

En esá lógica, claro que tiene interés la batalla que se avecina en el tricolor poblano, que tiene su primer contendiente destapado en Néstor Camarillo, ex alcalde de Quecholac, quien seguramente enfrentará a Xitlalic Ceja, acompañada en la fórmula por Lorenzo Rivera jr.

Que nadie se engañe: aunque otros potenciales aspirantes se inscriban en la contienda que aún no tiene reglas, ni fecha, ni método, por ejemplo Juan Manuel Vega Rayet, su vínculo con la corrupción en la Sedeso de Rosario Robles y Juan Carlos Lastiri, lo hacen inviable, además de ser una figura caduca que ya no representa nada.

De acuerdo con los estatutos, el delegado en funciones de presidente estatal que sustituyó a Lorenzo Rivera, el jarocho Américo Zúñiga, deberá emitir la convocatoria en máximo 60 días, pero sus lineamientos, se sabe, se van a diseñar en el CEN de Alito Moreno.

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