La doctora María Alicia Díaz y Orea, coordinadora de la Academia de Inmunología de la Facultad de Medicina de la BUAP, logró crear y probar en ratos un “anticuerpo monoclonal” que podría ayudar la pronta detección y tratamiento del cáncer gástrico.
En entrevista, la especialista en oncología destacó que, en las pruebas de laboratorio, la aplicación del anticuerpo causó en los roedores una reducción de hasta 50 por ciento en los tumores, por lo que ya se busca extender la investigación a pruebas con humanos.
En entrevista, explicó que su trabajo propone que a partir de un antígeno de superficie de la célula tumoral, conocido como célula de anillo de cáncer gástrico difuso, se pueda preparar el anticuerpo, que sería mucho más específico que el policlonal para detectar este tipo de cáncer, pero también para combatirlo.
El anticuerpo encontrado por la investigadora induce una citotoxicidad celular que destruye la célula tumoral, partiendo del proceso inmunológico que se genera cuando un anticuerpo reconoce a los antígenos de superficie de la célula tumoral y se adhieren a ellas para inducir la destrucción del tumor.
Anticuerpo destruye células tumorales
Para entender este proceso, expuso el anticuerpo, llamado célula NK (Natural Killer, “asesinas naturales” en español), llega a adherirse a la célula tumoral y dispara gran cantidad de gránulos que contienen proteínas llamadas perforinas y granzimas, lo que origina un orificio en la membrana y destruye la célula.
La investigadora advirtió que la destrucción de la célula tumoral también se puede apoyar de la radiación, que sumada a la citotoxicidad, daría resultados mucho más efectivos.
En cuanto a la detección, aclaró que este antígeno detecta el cáncer gástrico difuso, pero no el cáncer gástrico intestinal.
De acuerdo con mediciones que realizan en su laboratorio, mencionó que en Puebla existe un porcentaje más elevado del gástrico difuso, en una proporción de 80 pacientes por cada siete con gástrico intestinal, afectando en mayor medida a la población femenina.
La mayoría de los tumores malignos de estómago se originan de las células glandulares de la capa que reviste al estómago y son llamados adenocarcinomas. El cáncer gástrico difuso es de los más agresivos: es un adenocarcinoma y se difunde en toda la pared del estómago.
Asimismo, la académica, a quien le apasiona el estudio de anticuerpos y la búsqueda de marcadores moleculares mediante el análisis de antígenos de secreción y excreción de las células tumorales, confía en que un futuro podrá ayudar a los pacientes.
Respaldada por su equipo de investigación y la Universidad, su laboratorio se constituye como un espacio donde el sentido humano y el conocimiento generan resultados en beneficio de la salud de la población.
