A un día comenzar el alza en el pasaje de transporte público, decenas de poblanos marcharon en rechazo a la medida, pues acusaron que afecta a la población más pobre, a la cual se “arrebata” al menos 5 pesos diarios, y beneficia a los concesionarios.
Este domingo, los inconformes comenzaron a movilizarse al mediodía, desde el reloj de El Gallito rumbo al zócalo de Puebla capital, avanzando sobre la calle Reforma, portando pancartas donde escribieron mensajes contra el “tarifazo” del 42 por ciento.
“Tarifazo contra los pobres”, “Por un transporte digno, seguro, eficiente y costeable” y “El tarifazo traiciona la Cuarta Transformación” fueron algunas de las consignas que desplegaron los manifestantes, quien en su mayoría acudieron en familia, ataviados con gorras y ropa ligera para el clima caluroso.
La marchas inició y terminó sin contratiempos, con una participación entusiasta, aunque no de miles personas como esperaban las organizaciones y estudiantes que lanzaron la convocatoria.
De acuerdo con los organizadores, el incremento de 6 a 8.50 pesos significa que una persona tendrá que desembolsar al menos cinco pesos más al día, considerando que sólo tome un camión de ida y otro de vuelta para ir a su trabajo, es decir “le arrebatan” medio kilo de tortillas, un cuarto de frijol o un cuarto de litro de leche.
Remarcaron que Puebla ocupa el quinto lugar nacional en pobreza y cuenta con 136 municipios de alta marginación y pobreza, así como más de 1 millón de personas en pobreza extrema.
Concesionarios se llevan 10 mdp más al día, señalan
En contraste, señalaron que los concesionarios de transporte público comenzarán a percibir 10 millones de pesos diarios más – tomando en cuenta un aproximado de 2 millones de usuarios que pagan 5 pesos extras–, 300 millones mensuales y 3 mil 600 millones al año.
Recordaron que la propuesta ciudadana era aumentar la tarifa sólo 50 centavos, lo cual significa ganancias extras de un millón de pesos por día, 30 millones al mes y 360 millones de pesos por año, a lo cual se pedía incorporar un subsidio del gobierno a favor del pueblo de 100 millones de pesos.
Con ello, consideraron que los concesionarios contarían con 460 millones suficientes para su subsistencia y modernizar paulatinamente el servicio público de transporte.
En este sentido, acusaron que el “tarifazo” va en contra de las promesas y principios de la llamada “Cuarta Transformación”, como la consulta de temas que afecten al pueblo y no traicionarlo, así como el apoyo a estudiantes, que quedaron sin descuento.
Ante este panorama, anunciaron que buscarán interponer amparos y formar un Consejo Ciudadano del Transporte, además de vigilar el cumplimento de los acuerdos con concesionarios, procurar la aplicación de la Ley del Transporte y detener a las unidades que no den seguro de viajero, boletos, estado correcto y capacitación de choferes.
El rechazo al “tarifazo” también se hizo presente en Tehuacán, la segunda ciudad más grande del estado, donde los ciudadanos se manifestaron con pancartas –donde escribieron consignas como “Bájale al pasaje”— en el marco del Primer Informe del alcalde Felipe de Jesús Patjane Martínez.
