El conocimiento científico se construye a partir de la investigación de otras personas, así que en realidad no se necesita ser hombre, ni genio para amar y dedicarse a la ciencia, pero aun así sólo 42.5 por ciento de científicos son mujeres en México.
Así lo aseguró Lilia Meza Montes, académica del Instituto de Física Luis Rivera Terrazas de la BUAP (Ifuap), durante su conferencia “Las mujeres en la ciencia, lo bueno y lo malo”, que forma parte de las actividades que se desarrollan este mes en conmemoración al Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo.
Destacó que el porcentaje en el país de mujeres en la ciencia se colocó como uno de los más altos según la Unesco, pero aún está por debajo de Brasil, Cuba y Argentina.
La también coordinadora de la Red Mexicana de Ciencia, Tecnología y Mujeres señaló que parte de esta falta de inversión en educación y en ciencia se aprecia en que el promedio de esperanza de vida escolar para este sector es de 15 años, por lo que no “podrán llegar a ser científicas”.
Hay menos mujeres en SNI
Indicó que estas cifras se reflejan en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), pues desde 1984 hasta 2016 hay 36 por ciento de mujeres, el cual disminuye conforme aumenta el nivel; además, las áreas en las que menos participan son ingenierías y físico matemáticas.
Aseguró que los estereotipos sobre lo que representa un científico es una práctica que debe revertirse, pues afecta la imagen colectiva del papel de las mujeres dentro de la ciencia, de manera que el papel de las universidades es fundamental.
Meza Montes señaló que a pesar de las vicisitudes a las que se enfrenta el género, hay un interés mayor de las mujeres por dedicarse a la ciencia y refirió que los premios para investigadoras son importantes porque impulsan vocaciones y contribuyen a una imagen de paridad.
Asimismo, resaltó las acciones que el gobierno federal ha generado a través de la Ley de Ciencia y Tecnología, que establece como obligación promover la perspectiva de género e inclusión con una visión transversal, para que las mujeres tengan las mismas oportunidades para desarrollarse.
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales
