Padres de familia del Cemey denunciaron que el comité de primaria y la directora María Quintero Muñoz impusieron una cuota obligatoria de mil 800 pesos por alumno a pesar de que el dinero del año pasado lo ejercieron en opacidad.
Algunos de los quejosos expresaron a Ángulo 7 que la inconformidad se debe a que el año pasado la tarifa fue de mil 200 pesos, pero se desconoce en qué se invirtieron los recursos porque no fueron transparentados por el comité de la escuela, que para este este ciclo escolar elevó la inscripción de forma arbitraria 400 pesos más
Acusaron que detrás del cobro excesivo se encuentra la directora de turno vespertino, quien llegó a la escuela (ubicada en la colonia Santa Margarita, en la ciudad de Puebla) a principios de 2018 y enseguida pidió que se le remodelara su oficina.
Los denunciantes del Centro Escolar Manuel Espinosa Yglesias (Cemey) afirmaron que incluso pidió una computadora nueva solo porque la que había “no le gustaba” y el comité le compró otra.
Sin embargo, al concluir el año no rindieron cuentas de lo ejercido y hasta ahora se desconoce cuánto dinero se reunió de cuotas y en qué se invirtió.
Exigieron remplazar comité
Por la “opacidad y los gastos innecesarios”, al menos 120 padres de familia del nivel primaria (al rededor de la mitad de la matrícula) se oponían a pagar la cuota de mil 800 pesos hasta que el comité informara de la administración.
En una junta la semana pasada, los inconformes indicaron que también pidieron destituir al comité, y designar uno nuevo, pero relataron que Quintero Muñoz se opuso y las cosas quedaron igual.
Incluso pidieron la intervención de la Asociación Estatal de Padres de Familia (AEPF) y la Secretaría de Educación Pública (SEP), quienes enviaron personal para mediar el caso, pero los representantes defendieron las cuotas.
Como la tarifa de mil 800 pesos era obligatoria para inscribir a los niños y la fecha para el trámite estaba a punto de vencer, varios de los quejosos no tuvieron más opción que pagar.
Los denunciantes –que pidieron permanecer en el anonimato– reconocieron que también pagaron para que sus hijos no perdieran su lugar, sin embargo, reprobaron que mientras las autoridades difunden en discursos que las cuotas son voluntarias, su personal respalda en la práctica que sean obligatorias.