Tras las críticas internacionales por afirmar que militares dispararían a migrantes si estos les arrojaban piedras, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reculó y dijo que los agresores sólo serían arrestados “durante un largo tiempo” y enfrentarían problemas.
Lo anterior, este viernes en rueda de prensa, tan sólo un día después de indicar que tropas estadounidenses podrían disparar contra centroamericanos que intenten cruzar por la fuerza a Estados Unidos, como ocurrió en México el pasado 12 de octubre, cuando ingresó la primera caravana migrante.
“No tendrán que disparar. Lo que no quiero es que esta gente tire piedras”, comentó Trump a periodistas afuera de la Casa Blanca.
Estas declaraciones se dan el marco del endurecimiento de la política antiinmigrante de Trump, quien amenazó con enviar a 15 mil soldados a defender su frontera con México y con retirar el derecho a la ciudadanía automática para los hijos de inmigrantes nacidos en suelo estadounidense.
El Pentágono confirmó el lunes un plan para desplegar al menos 5 mil 200 soldados en la frontera.
Editado por Luis Alberto Palacios
