En Puebla se sigue haciendo justicia por propia mano a 50 años de lo que sería el primer linchamiento en el estado, en el que, en San Miguel Canoa, señalaron a unos trabajadores de la BUAP como comunistas y delincuentes por lo que mataron a cuatro personas.
En 1968 estaba en pie el movimiento estudiantil que posteriormente sería callado con violencia por parte del expresidente Gustavo Díaz Ordaz, de manera que en los lugares remotos sólo corría la información de que había personas comunistas, lo cual, en su desconocimiento, interpretaban como delincuentes o incluso satánicos.
De acuerdo con la versión que ha dado uno de los tres sobrevivientes de la masacre, Julián González Báez, el 14 de septiembre de ese año acudió con sus compañeros Roberto Rojano Aguirre, Miguel Flores Cruz, Jesús Carrillo Sánchez y Ramón Calvario Gutiérrez a escalar la Malinche.
Una tormenta los obligó a buscar refugio en la junta auxiliar de la capital de Puebla, por lo que llegaron a la casa de Lucas García, a recomendación de su hermano Odilón García, provocando la desconfianza de los demás habitantes
Al parecer, de esto se aprovechó el sacerdote Enrique Meza Pérez, quien al notar la presencia de extraños impulsó a los pobladores para acabar con la vida de inocentes, a quienes acusó de comunistas que se querían quedar con su tierra.
La muchedumbre acudió a la casa número 9 de la calle Benito Juárez, mató a Lucas, quien les abrió la puerta, sacó a los visitantes a la noche lluviosa y le dio muerte a machetazos a Jesús, Ramón y Odilón, dejando sólo tres trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) vivos.
Al respecto, González Báez acusa que el crimen quedó impune, como sucede actualmente, ya que los detenidos salieron libres y el cura siguió en la comunidad durante más de un año, hasta que lo cambiaron a Santa Inés Ahuatempan.
Esta historia quedó plasmada en la película “Canoa”, realizada por Felipe Cazals en 1975 para documentar la violencia que se vivió ese fatídico día, lo cual ha seguido sucediendo debido a que la gente ya no confía en sus autoridades.
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Linchamientos continúan sucediendo
Pero la violencia continúa sucediendo en Canoa, pues el 16 de marzo le prendieron fuego a un presunto ladrón que, aunque fue rescatado por la policía y paramédicos, terminó muriendo por la gravedad de sus heridas en el hospital.
Es necesario recordar que el pasado 29 de agosto, en Acatlán de Osorio corrió el rumor de que dos desconocidos eran robachicos, y por esta razón fueron capturados en la comandancia para poder investigarlos.
Sin embargo, las personas fueron azuzadas por al menos dos responsables, de los cuales uno murió y otro está vinculado a proceso, de modo que terminaron sacándolos del inmueble y quemando vivos a dos inocentes, Alberto y su sobrino Ricardo.
De acuerdo con las autoridades, con este último incidente, en lo que va del año van un total de 15 linchamientos consumados, aunque han podido rescatar a 203 personas.
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales
