Para que se pueda concretar el saneamiento del río Atoyac, es necesario que se dé una legislación en la que no solo se involucre a las autoridades, sino también a las ciudadanos e instituciones, además de que se tiene que aplicar la tecnología.
Así lo señaló, Pedro Moctezuma Barragán, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en el marco del Encuentro de especialistas sobre el tema del agua: Problemática y Alternativas”, quien agregó que aunado a lo anterior es urgente una política de cero descargas al afluente.
Y es que, dijo, al no tener sanciones establecidas tan altas, para los empresarios es sencillo violar la norma y pagar una multa baja, lo que contempla en que se pueda tener reincidencia de éstos, aunado a la poca inspección que se tiene.
Esto porque, resaltó, el río Atoyac es un cuerpo de agua prioritario para Puebla y el centro del país, por lo que es un tema importante que debe atenderse una vez que se dé la transición federal y exista un nombramiento oficial del titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
“Se requiere una lógica de contaminación cero en el corto y mediano plazo, eliminar las principales fuentes de contaminación de inmediato, así como establecer programas muy cuidadosos a un lustro o dos para que la industria tenga una lógica de descarga cero”, expresó.
El especialista agregó que es importante que las autoridades reconozcan que “ya no están en el siglo XX”, pues si bien se tiene tecnología que se puede utilizar para evitar la contaminación del afluente, parece que esta no está siendo tomada en cuenta.
A empresas se les facilita contaminar
No obstante, también manifestó que las empresas, principalmente las trasnacionales cuentan, cuentan con tecnología de punta para coadyuvar al cuidado del medio ambiente y tratamiento de agua, pero en México “se les facilita contaminar”.
Sostuvo que es necesaria una Ley General de Aguas, la cual permita meter a la toma de decisiones a los actores que están interesados para el bien común, y no aquellos que están para lucrar con el vital líquido.
Por otra parte, durante su ponencia en el foro organizado por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Moctezuma Barragán indicó que en México hay 104 acuíferos sobreconcesionados y 60 millones de personas dependen de esa fuente de recursos naturales.
En ese contexto, puntualizó que la veda en acuíferos se viola por la instalación de empresas, que con el pretexto de generar nuevos empleos en comunidades y zonas urbanas, se asientan y extraen el agua pese a la prohibición.
