La principal herencia del presidente Enrique Peña Nieto es un país hundido en la corrupción y escándalos políticos que incluyeron a su equipo de trabajo, así como el nuevo acuerdo con Estados Unidos que no permite a los mexicanos competir comercialmente.
Así lo señaló Valente Tallabs González, director de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), quien advirtió que “dentro de un año la situación del país va a estar peor de la que ahora estamos percibiendo”, ya que dejará un país más pobre, devaluado, inseguro, con más impunidad, corrupción y un mayor número de homicidios.
Aseguró que escándalos como la casa blanca hicieron que Peña Nieto fuera perdiendo fuerza con la sociedad y su propio partido desde el punto de vista político; actualmente sólo es una “figura decorativa para concluir su gobierno” y, como consecuencia de ello, no está definiendo la agenda política del país.
Herminio Sánchez de la Barquera y Arroyo, Decano de Ciencias Sociales de Upaep, indicó que mientras el PRI defiende el legado del presidente al señalar que deja un país en orden, Morena manifiesta que el país está en ruinas, lo cual nos habla de un discurso encontrado de los dos principales actores del momento.
Por su parte, Derzu Daniel Ramírez Ortiz, profesor de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Upaep, reveló que uno de los principales retos del gobierno de Peña Nieto fue el lidiar con Donald Trump, presidente de Estados Unidos, con quien tuvo que negociar un Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) que terminó favoreciendo de manera ventajosa al vecino del norte.
Este acuerdo, subrayó, es peor que el anterior porque pone a México en desventaja, debido a que no está clara la participación de Canadá, la vigencia del mismo –16 años– le da muchas ventajas al gobierno norteamericano para negociar sus demandas y las reglas de origen del sector automotriz pusieron un límite al crecimiento de la industria mexicana.
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales
