Jonatán Peña Ramírez, catedrático del Conacyt, demostró cómo la sincronización se da mecánicamente y de forma natural en relojes de péndulo, mediante un experimento con estos instrumentos hechos en Zacatlán y apoyado en un modelo matemático.
En entrevista, indicó que la cadencia, armonía, movimiento, peso, fuerza y tiempo son algunas cualidades que acompañan a la sincronización, que se define como la coincidencia temporal de dos o más movimientos o fenómenos en distintos ámbitos.
Detalló que, para comprobar las observaciones que el científico holandés Christiaan Huygens hizo en 1665 sobre la sincronización de sistemas dinámicos interconectados, solicitó apoyo al Museo del Reloj, ubicado en Zacatlán, donde se exhiben máquinas de tiempo de sol hasta cuarzo, de distintas formas y tamaños, el cual le construyó máquinas especialmente para su experimento.
Cuando colocaron los relojes idénticos, modelo 19B de tiempo con ruedas de escape, labios de áncora y un sistema de pesas que funcionan como cuerda, en una base de madera y se sincronizaron solos, el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cicese) corroboró el suceso.
El doctor Henk Nijmeijer, investigador de la Universidad Técnica de Eindhoven, destacó que la sincronización se puede aplicar en la industria de vehículos autónomos que se mueven de manera cooperativa y en la medicina, pues estudia dicho fenómeno en las neuronas Hindmarsh-Rose “sensibles a la luz”.
Sobre el experimento, Nijmeijer refiere que la condición clave para que funcionara fue determinar cómo era la transferencia de energía de un sistema a otro para encontrar las propiedades del medio –la madera–, la cual permitió el balance de energía para que se efectuara la sincronización con propiedades mecánicas.
Es importante mencionar que el experimento de Peña Ramírez actualmente se exhibe en el Museo de Relojería Luis Alberto Olvera, ubicado dentro de las instalaciones de Relojes Centenario en el municipio poblano.
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales
