Durante las pasadas elecciones, en los medios de comunicación de Puebla se abordaron “muy poco” los temas sobre violencia de género, sin embargo, cumplieron en presentar su información aunque entre algunos candidatos hubo descalificaciones.
Así lo dieron a conocer, como parte del análisis del monitoreo con perspectiva de género de la cobertura de la prensa local en el proceso electoral, Vianeth Rojas Arenas y Beatriz Pérez Saldaña, integrantes del Ovigem, el cual se basó en la inspección de tres de medios.
En ese tenor, Arenas Rojas comentó que lo anterior se debe a dos razones, una, que los abanderados de los diferentes partidos políticos se enfocaban más en hacer sus campañas, así como en el cierre de las mismas, que incluir estas acciones en sus agendas.
Mientras que la segunda, porque los reporteros no le pusieron una mayor atención al hecho de investigar sobre estos temas o no ahondaron más a fondo con los candidatos, es decir, no les preguntaron más allá de lo que decían.
Ante la pregunta sobre si hubo más agresiones o descalificaciones contra algunas candidatas, contestó que en el análisis no se enfocaron en el lenguaje que emitieron o la violencia política, sino la cobertura que se le daba en los medios.
No se analizó lenguaje de candidatos
“Los medios de comunicación han acatado de forma correcta el hecho de comunicar sin replicar la violencia de género, como en lo dicho por Luis Miguel Barbosa, en donde sí se hizo la mención y la forma en que se dirigía a su contrincante panista, pero hasta ahí”, pronunció.
Lo anterior en alusión a los señalamientos del excandidato de Juntos Haremos Historia contra la panista Martha Erika Alonso al llamarla “la esposa de Moreno Valle”, y que en el debate entre candidatos a la gubernatura dijo que la seguiría llamando de dicha manera.
Por su parte, Pérez Saldaña refirió que el estudio hecho por el Observatorio de Violencia de Género en Medios de Comunicación (Ovigem) fue para cuantificar la cobertura periodística de las campañas electorales, desde una perspectiva de género que permita identificar las diferencias y desigualdades en la cobertura, el tratamiento a candidatos y candidatas, así como la importancia asignada a los temas de igualdad de género.
En ese tenor, explicó que el monitoreo se basó en las notas enfocadas a 21 abanderados, de los que nueve fueron mujeres, que corresponde al 43 por ciento y 12 hombres, que fue el 57 por ciento, mismos que contendieron por los cargos a la gubernatura de Puebla, la presidencia municipal de la capital y el Senado.
Los medios inspeccionados fueron Diario Cambio, el Sol de Puebla y E-consulta, en los que se revisaron un total de 854 notas periodísticas durante los últimos 22 días, de los que 18 fueron de campaña electoral, tres de veda y el día de las elecciones.
Monitoreo se basó en 23 indicadores
En este monitoreo se observó que el tema menos tocado dentro de los 23 indicadores fue el de la agenda de igualdad de género, ya que solo se destacaron cuatro notas, una de Alonso Hidalgo; otra de Geraldine González Cervantes, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y de Claudia Rivera Vivanco, de Morena.
Además de Socorro Quezada Tiempo aunque ella no lo hizo como candidata, sino como integrante de la Red Plural de Mujeres, al presentar la Agenda de Género a los abanderados, por lo que fue la única que tuvo notas en los tres medios.
Detalló que en lo que compete a indicadores por fuente, el 32 por ciento de las notas fue para mujeres y el 68 por ciento para hombres; mientras que en la fuente de información por tipo de candidatura para el Senado, 31 fueron para abanderadas y el 69 por ciento para candidatos.
En el caso de indicadores por actor, el 36 por ciento correspondió a candidatas y el 64 por ciento a abanderados; en ese mismo rubro, para aspirantes a la Cámara Alta, el 45 por ciento correspondió para mujeres y el 55 para hombres.
Finalmente, en el uso de lenguaje, este solo consistió en el que se utilizó por los medios de comunicación, por lo que el 73 por ciento fue masculino genérico, el 15 por ciento neutro, el 9 por ciento solo masculino, el 2 por ciento solo femenino y el 1 por ciento el igualitario.
