Los noticiarios nocturnos de televisión producidos y transmitidos en Puebla no tienen perspectiva de género, pues discriminan a las mujeres con el tipo de lenguaje que utilizan, además de que sólo les dan poco tiempo para salir al aire.
Lo anterior, tras el monitoreo realizado por el Observatorio de Violencia de Género en Medios de Comunicación (Ovigem), cuyos resultados fueron presentados en rueda de prensa por Vianeth Rojas Arenas, Mónica Díaz de Rivera y Beatriz Pérez Saldaña.
En su intervención, Rojas Arenas, presidenta del Ovigem, comentó que este análisis se realizó del 6 al 17 de noviembre del año pasado, el cual se hizo en tres noticiarios con una duración de 50 minutos cada uno y cuyos nombres no se dieron a conocer.
Explicó que el monitoreo se basó en 65 indicadores entre ellos temática vinculada al género, conducción, uso del lenguaje, protagonistas a cuadro, reportero/a que sale a cuadro, mención del cargo de ocupan, como se transmitieron las imágenes, la música que acompaña la nota, cuánto dura y en qué sección del programa está.
Sostuvo que este análisis arrojó que durante la transmisión de los noticiarios poblanos se evidencian los elementos que invisibilizan y violentan a las mujeres dentro de los contenidos.
Agregó que el Ovigem busca con el monitoreo convertirse en un referente para incidir en la construcción de una cultura de igualdad, libre de discriminación y violencia hacia las mujeres en los medios de comunicación.
Conductoras son menos del 50%
En ese tenor, detalló que estos programas que identificaron como “A”, “B” y “C” sólo dedicaron entre el 2.22 y 2.54 por ciento del total de su contenido a temas que tengan que ver con el género femenino, como la violencia hacia las mujeres.
Mientras que en el caso de la conducción de los noticiarios en el “A” y “C” más del 50 por ciento corresponde al género femenino, mientras que en el “B” solo fue del 20 por ciento, esto –explicó– incluye tanto a las titulares como a las reporteras.
Otro de los factores detectados fue que en los que salen a cuadro en el “A” y “B” es superior al 40 por ciento, pero en el “C” en del 37 por ciento, lo que muestra que los hombres siguen siendo los protagonistas en este tipo de programas, pues aparecieron en más del 50 por ciento en los tres.
En su intervención, Díaz de Rivera mencionó que derivado de lo anterior, a través del Ovigem se recomienda fomentar la capacitación tomando en cuenta los aspectos relacionados con el género para el sector profesional de los medios, en los que se incluya a los productores, dueños y administradores a fin de alentar el uso de imágenes equilibradas, no estereotipadas y diferenciadas en los medios de comunicación.
Añadió que este análisis fue entregado a la Secretaría General de Gobierno (SGG), con la idea de que se asuman los compromisos de transversalidad de la política de género, la cual sea un vínculo con los medios locales.
Sostuvo que se dará un “tiempo determinado” para que los noticiarios acaten las recomendaciones hechas por el observatorio, de lo contrario, amagaron con hacer públicos los nombres de estos programas televisivos.
Continuará monitoreo en medios
Refirió que este monitoreo continuará en los medios impresos y digitales, ya que se detectó que uno de los factores más visibles es la no inclusión de los apellidos maternos en los reporteros que escriben las notas o en los personajes que contienen la misma.
Además de que se presentan casos donde se incluye el apellido del esposo en los nombres de las mujeres, lo cual puede ser por un tema de usos y costumbres, sin embargo, ello tiene que ir desapareciendo para reforzar su propia identidad.
En tanto, Pérez Saldaña comentó que esto igual se da a nivel nacional, pues la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana realiza cada 5 años el Monitoreo Global de Medios, siendo el último el de 2015, el cual arrojó que en México 24 de cada 100 notas son presentadas por mujeres, el resto por hombres.
Indicó que esto también arrojó que hubo un retroceso entre el primer y el segundo año en las notas que están centradas en temas de mujeres, pues en el 2010 era del 11 por ciento y en el 2015 bajó al 9 por ciento.
Esto, dijo, a pesar de que se estableció que tenía que aumentarse cada 5 años la presencia de este sector en 4 por ciento, con el fin de que en 40 años se lograra la paridad de la presencia del género femenino en estos programas.
