Un niño de un año, de origen hondureño, tuvo que comparecer ante un juez de inmigración en Phoenix, Estados Unidos; el menor es uno de los 2 mil 300 que fueron separados de sus familias por la política de “tolerancia cero” del presidente Donald Trump.
El juez del caso, John Richardson, manifestó su incomodidad por la situación y aseguró sentir “vergüenza” por hacerle una pregunta al infante, pues desconoce “a quien se la explicarían”.
El niño fue identificado como “Johan” y su abogado explicó que el padre del menor lo llevó a Estados Unidos, pero fueron separados.
“Johan” recibió del juez una orden de salida voluntaria, por lo que el gobierno estadunidense lo enviará a Honduras, para que pueda reunirse con sus familiares.
De acuerdo con la agrupación “Kids in Need of Defense” hasta el 90 por ciento de los menores inmigrantes son deportados a su país de origen sin la intervención de un defensor.
Cabe recordar que el próximo martes vencerá el plazo que impuso un juez federal de San Diego, California, para que los niños menores de cinco años sean reunidos con sus familiares.
Fuente: Excélsior
Editado por: Alfonso Ruiz
