En la última semana, a unos días de la elección, la campaña negra contra el candidato de Juntos Haremos Historia a la gubernatura, Miguel Barbosa Huerta, salió de los medios de comunicación para extenderse a la vía pública por medio de espectaculares.
Desde el principio de la campaña, el PAN emprendió una campaña cuestionando el patrimonio del abanderado como estrategia para desacreditarlo, la cual fue llevada a los medios de comunicación, algunos de los cuales la replicaron y dieron por hecho las supuestas irregularidades, que nunca pasaron de los dichos al plano legal.
Los señalamientos después fueron parte de la propaganda partidista del albiazul y sus aliados de la coalición Por Puebla al Frente que, en lugar de usar sus espacios en radio y televisión para promover a sus candidatos, los usaron para tratar de restar simpatías a Barbosa Huerta.
A esta práctica se prestaron el PRD y Compromiso por Puebla (CPP), que a pesar de contar con muy poco tiempo para anunciarse en los medios masivos, accedieron a dedicar buena parte con el fin de denostar al senador con licencia.
Con spots en radio y televisión, insistieron en atacar al experredista acusándolo de ocultar su patrimonio usando como prestanombres a su familia, así como hacer gastos que estaban por encima de sus ingresos.
Luego se cuestionó la existencia de su título universitario, así como se utilizó su condición de discapacitado para poner en duda su estado de salud y su capacidad para gobernar.
Lo acusan solo por redes
Posteriormente, un alcalde lo acusó de pedir “moches” para gestionar obras públicas mientras era senador, pero solo lo hizo por redes sociales, ya que tampoco hubo una denuncia formal.
Todo esto se difundió en los 60 días de campaña solo en un selecto grupo de medios de comunicación que, a su vez, resaltaron la campaña de Puebla al Frente y sus candidatos.
Como la campaña de desprestigio no logró cambiar la tendencia de que la contienda está cerrada entre Barbosa Huerta y la panista Martha Erika Alonso Hidalgo, esposa del exgobernador Rafael Moreno Valle, se optó por extenderla a las calles.
Desde la semana pasada, en varios puntos de la entidad fueron puestos espectaculares que anuncian la reciente edición de la revista Líder, la cual tiene en su portada al candidato de Morena y lo señala de “mentiroso y corrupto”.
Adicionalmente, la publicación contrató espacios en radio para anunciar su edición contra el candidato, estrategia de amplia difusión que, curiosamente, solo aplicó para promover un número de 2016 en el que aplaudió el gobierno de Moreno Valle cuando este aún tenía el sueño de obtener la candidatura presidencial del PAN.
La intervención de la casa editorial en la elección coincidió con la recta final de las campañas y a unos días de la jornada electoral del 1 de julio.
