Un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ), de la BUAP, buscan en la toxina del tétanos una alternativa al fármaco L-DOPA, pues éste es eficiente contra el Parkinson, pero llega a causar más incapacidad que la enfermedad.
El Parkinson es un trastorno neuronal progresivo, causado por la pérdida de la sustancia dopamina en el cerebro, y que se caracteriza por temblor de las extremidades, rigidez muscular y facial, así como lentitud de movimiento.
Contra estos síntomas, la molécula L-3,4-dihidroxifenilalanina, conocida como L-DOPA, produce mejoras notables en los pacientes, pero, tras cinco o siete años, también les provoca movimientos involuntarios en el tórax y las extremidades, los cuales resultan más incapacitantes que la enfermedad.
De acuerdo con Daniel Limón Pérez de León, director del proyecto, ante esta situación, el grupo de investigadores se ha dedicado explorar los beneficios de la toxina que causa el tétanos, pues esta ayuda a frenar el daño neuronal provocado por el mal de Parkinson, con menores daños al sistema nervioso.
Reduce en 50% muerte neuronal
En el Laboratorio de Neurofarmacología de la FCQ se comprobó en modelos animales que el Hc-TeTx –subunidad de la molécula tetánica–, además de ayudar a los pacientes con Parkinson, reduce en 50 por ciento la muerte neuronal respecto al L-DOPA.
La molécula tetánica está formada por dos subunidades: la primera es responsable de los efectos tóxicos y de los síntomas del tétanos, mientras que la otra es inocua y tiene la propiedad de penetrar y actuar en el sistema nervioso central.
José Aguilera, científico de la Universidad Autónoma de Barcelona y colaborador en este laboratorio de la BUAP, mostró que en cultivos celulares el Hc-TeTx tiene un efecto protector de las neuronas dopaminérgicas.
“El aporte científico que descubrimos al utilizar la cadena pesada de la toxina tetánica fue comprobar sus efectos neuroprotectores en modelos experimentales, como la sobrevivencia neuronal y mejoría a nivel motor, principalmente en movimientos finos y gruesos”, expuso Limón Pérez de León.
Prevén contrarrestar fármaco nocivo
El investigador señaló que, si bien en los próximos 50 años o más nadie va a quitar a la L-DOPA del mercado, “hay que tratar de evitar o retardar los efectos negativos de este medicamento”.
Al indicar que una fracción de la toxina tetánica puede ser útil contra los daños causados por L-DOPA, los científicos de la BUAP dejan el camino abierto para que otros desarrollen protocolos clínicos.
Editado por Luis Alberto Palacios
