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Ante la inminente debacle electoral el Pritanic se hunde

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que algo grave, muy grave, pasa en el PRI de Puebla y en la campaña de su candidato a la gubernatura Enrique Doger Guerrero.

El ex rector de la BUAP y ex presidente municipal de Puebla se queja de la falta de apoyo y recursos por parte del CEN del PRI y de algunas instancias gubernamentales que supuestamente apadrinarían su campaña.

A su vez, los dirigentes y operadores electorales del CEN y del candidato presidencial José Antonio Meade perciben que Enrique Doger está en tratos, sino es que ya tiene un acuerdo político y hasta económico con el ex gobernador Rafael Moreno Valle.

El distanciamiento comenzó a hacerse evidente la noche del lunes después del primer y único debate de candidatos a la gubernatura organizado por el Instituto Electoral del Estado (IEE).

Esa noche el presidente del CEN del PRI, René Juárez Cisneros, quien acompañó a Enrique Doger al debate, salió molesto del auditorio del hotel Marriot, donde fueron concentrados los invitados especiales.

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¿Qué le faltó a debate convocado por estudiantes de la BUAP?

La columna De boca en boca, publicada en Ángulo 7, indica que : Qué habrá fallado en el “Debate BUAP 2018”, la falta de convocatoria de los estudiantes organizadores o el nulo interés de los candidatos a la alcaldía, senaduría y gubernatura de Puebla, para que el evento no haya sido lo que se esperaba por los propios asistentes.

Se le podría llamar un fracaso, ya que con dos semanas de anticipación al evento, ni la mitad de abanderados acudieron, y ni se diga de los estudiantes, pues por los dos debates de los contendientes a la alcaldía y la senaduría este jueves, no llegaron a los 100 asistentes, cuando el aforo es de 618 personas.

Esto podría ser porque el Consejo Universitario de la BUAP recibió el mismo día a los abanderados a Casa Puebla para que presentarán su plataforma política; sin embargo, los eventos no se empalmaban, además de que no todos los alumnos integran al consejo.

Aunque se preveía un ejercicio democrático con propuestas hacia los universitarios, y que estos aclararan sus dudas para decidir su voto, parece que se quedarán igual, pues aunque este viernes estaba programado que asistan los que buscan Casa Puebla, seguramente ya no irán, pues aunque había confirmado Enrique Doger Guerrero, del PRI, al final declinó.

Será que al ser organizado por estudiantes no supieron cómo hacerlo, o no tenían la experiencia para un evento de este tipo, o que simplemente a los candidatos les valió y menospreciaron a este sector de la población, sin importarles si eso les vaya a implicar votos en contra.

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Manual básico para sobrevivir al tsunami lopezobradorista

Jorge Rodríguez en su columna A Puerta Cerrada, publicada en El Sol de Puebla, señala que si es usted candidato o candidata del morenogalismo a un puesto de elección popular y se come las uñas por la incertidumbre de no saber qué ocurrirá el domingo 1 de julio con el efecto López Obrador, por no poder prever con exactitud el nivel de arrastre que tendrá el tabasqueño sobre los demás aspirantes de Morena en el estado, mejor ocúpese en repasar sus propias fortalezas… y debilidades.

La intención de voto que posee Andrés Manuel López Obrador es motivo de preocupación para sus adversarios del PAN y sus partidos satélite y también para algunos aspirantes del PRI –escasos en realidad—que confían en sus talentos para llegar en plan competitivo a los comicios.

Eso es comprensible.

No obstante, frente a la imposibilidad de predecir el futuro, la sugerencia es recurrir a un ejercicio de reflexión que permita más o menos mirar las probabilidades de éxito dentro de este complejo escenario.

Para ello se recomienda a los candidatos analizar sus condiciones individuales en tres aspectos.

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Se acabaron las campañas

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Status Puebla, indica que con la llegada del Mundial, las campañas pasaron a un segundo plano en la mente y en el interés de la gran mayoría de los mexicanos.

Si de por sí, ya estábamos hasta la coronilla de las campañas, con el arranque de la Copa del Mundo será imposible que la gente mueva un pie para asistir a un acto de campaña.

Si cada acarreado costaba una torta, un chesco y un billete de cien varitos, ahora mover a un cristiano a un mitin político va a costar lo de un boleto de avión a Cancún en primera clase.

Sin embargo, ahora lo de menos ya es acarrear gente, lo verdaderamente importante es que quienes traían ventaja en las preferencias electorales ya pueden ir cantando victoria, mientras que quienes andaban rezagados, necesitarán de algo más que un soplido de la Rosa de Guadalupe.

A partir de las 10 de la mañana de ayer, el ambiente político se transformó en ambiente mundialista y lo que hasta el miércoles era obligado hablar en todas las mesas de café de la elección, desde ahora sólo se hablará de futbol.

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Habrá un enojo brutal en Puebla si sueltan al asesino de Mara Castilla

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que no cabe duda que ni en el Poder Judicial ni en la Fiscalía General del Estado (FGE) han entendido que en este proceso electoral lo que más se expresó, lo que dominó, fue el enojo de la gente por la corrupción de los políticos y la falta de justicia, de legalidad y seguridad en la cotidianidad de la población. Este malestar va a aumentar de manera brutal en Puebla si acaban liberando a Ricardo Alexis N., el asesino de la estudiante Mara Castilla Miranda, cuya muerte fue el feminicidio que más golpeó la sensibilidad de la opinión pública.

Ricardo Alexis tiene un pie fuera de la cárcel. Este taxista de la empresa Cabify que –en septiembre del año pasado– en lugar de llevar a su casa a Mara Castilla la raptó, la abusó sexualmente y presuntamente la estranguló dentro de un motel, se ha beneficiado ampliamente de la negligente actuación de la FGE y del Poder Judicial, que sirven para perseguir a los críticos del morenovallismo, pero no para encarcelar a asaltantes, violadores y asesinos.

La cereza del pastel, o mejor dicho de la impunidad campante que hay en Puebla, es la negativa de Víctor Carrancá Bourget a renunciar a la titularidad del FGE, luego de que todas las fuerzas políticas han pedido su salida, que se ha evidenciado que en su gestión los índices delictivos crecieron como nunca y que fue pillado vacacionando en Sudamérica en pleno proceso electoral, en los días en que fueron asesinadas Juana Maldonado y Erika Cázares, quienes eran candidata a diputada local y regidora del PVEM, respectivamente.

Carrancá sin duda es corresponsable de los yerros que podrían permitir la posible libertad de Ricardo Alexis N., quien de entrada ya recibió un amparo el cual impide que se le procese como feminicida, situación que raya en el absurdo, en la estupidez, pues ahora resulta que violar y matar a una estudiante es todo, menos el delito de feminicidio.

Una cosa es que Carrancá ya demostró que es inmune al desprestigio social y profesional, pero otra que los diputados locales y el gobierno del estado no tengan la sensibilidad, la entereza, la voluntad política de echar al actual fiscal que es el responsable del inédito deterioro del aparato de procuración de justicia.

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No a la eliminación del examen de admisión en la BUAP

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, indica que tuvieron que trascurrir 47 días de escándalos, canalladas, golpes bajos y preguntas sin respuestas para que, por fin, dos candidatos a la gubernatura disputaran sobre un asunto de fondo más allá de la inquina partidaria, acerca de la contraposición de visiones de la sociedad. Ocurrió ayer cuando Luis Miguel Barbosa y Enrique Doger acudieron al Consejo Universitario de la BUAP para presentar sus propuestas.

Ahí, el candidato de Morena a la gubernatura repitió lo que López Obrador dice en algunos de sus mítines pero nadie le rebate con seriedad porque se toma a vacilada: la eliminación del examen de admisión a las universidades públicas. “Se va acabar el examen de admisión en el nivel superior… La educación es un derecho del pueblo”, prometió en Xalapa el pasado 5 de junio.

Algo parecido, aunque menos absoluto y más racional, dijo Barbosa: conseguiré más recursos para la BUAP, apoyaré a la universidad y solamente entonces podrá hablarse de eliminar el examen de admisión. Pero lo dejó abierto. Al fin y al cabo, es una idea emanada de López Obrador y forma parte de su proyecto de la cuarta transformación.

“La matrícula en escuelas públicas se ha reducido por falta de apoyo de la Federación y el estado; para ampliarla hay que dotarla de recursos económicos y así podremos hablar de la propuesta de eliminar el examen de admisión”, comentó el candidato lopezobradorista ante el ceño fruncido del rector Alfonso Esparza, quien jugó póquer sin mostrar su aval o rechazo a la idea.

Planteado en términos absolutos, la eliminación del examen de admisión en las universidades públicas por impulso del presidente —o del gobernador— no sólo choca con cualquier tipo de racionalidad económica, sino también de legalidad, pues el concepto de autonomía en su gobierno las pone a salvo de injerencias políticas, tentaciones populistas o la construcción de clientelas. Son autónomas.

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Razones por las que Meade y Anaya Merecen Perder

Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, señala que hace varias semanas compartí con el hipócrita lector que lo que no se debe hacer en una contienda lo están haciendo el PRI y el PAN.

Las campañas federales encabezadas por José Antonio Meade y Ricardo Anaya han sido un tropiezo permanente.

Lejos de crecer, se apagaron.

Uno jaló al otro, como los cangrejos metidos en una cubeta.

Una y otra vez se exhibieron mutuamente como los peores, los más corruptos, los amancebados.

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