Investigador de BUAP patenta antigripales contra virus de influenza A H1N1
Investigador de BUAP patenta antigripales contra virus de influenza A H1N1. Foto: Especial
Investigador de BUAP patenta antigripales contra virus de influenza A H1N1
Investigador de BUAP patenta antigripales contra virus de influenza A H1N1. Foto: Especial

Thomas Scior, investigador de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la BUAP, patentó, en diciembre de 2017, antigripales orales contra el virus de la influenza A H1N1, tras dos años de investigación con simulaciones moleculares por computadora.

En su laboratorio de Simulaciones Moleculares Computacionales, el científico de origen alemán diseñó las moléculas con estructuras totalmente diferentes de las substancias ya comercializadas, al buscar imitaciones de las moléculas naturales (virales y humanas) que juegan un papel clave en el desarrollo de la infección gripal.

La BUAP convocó a sus investigadores a participar en diversos frentes, desde la atención hospitalaria hasta cómo vigilar la pandemia a través de modelos matemáticos, contra esta contingencia médica, que en 2009 provocó cerca de 18 mil 337 decesos a nivel mundial y en México, para febrero de 2010, de acuerdo con la Secretaría de Salud, hubo mil 32 muertes y se confirmaron 72 mil 233 casos.

Para reducir el tiempo entre brote y respuesta fármaco-terapéutica, Scior propuso nuevos antivirales de estructuras más simples, de fácil y rápido acceso por ser una síntesis de pocos pasos, con el efecto colateral deseado de una producción de bajo costo y abastecimiento discontinuo conforme a la demanda (just in time).

Al contar con resultados positivos en los bioensayos, en 2014 se procedió a la solicitud de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI); en 2017 se concluyó exitosamente el proceso formal de patente para las primeras dos moléculas publicadas en la Gaceta de la Propiedad Industrial del IMPI, en diciembre de ese año (352708 y 352709).

Virus de gripe varía genoma frecuentemente

Las vacunas contra la influenza sólo protegen si sus componentes moleculares corresponden a la cepa específica del brote, pero los virus de la gripe varían su genoma de forma frecuente (mutaciones), de tal forma que el sistema inmunológico aprende de la infección sobrevivida y el paciente adquiere una protección específica (inmunidad) contra esta cepa en particular.

Sin embargo, si los cambios genéticos virales (antígenos) son muy drásticos (gene shift / drift), conllevan el riesgo de producir epidemias de gripe, por lo que el reto es predecir el potencial antigénico de futuras cepas correctamente, para luego diseñar nuevas vacunas antigripales y contar con suficiente tiempo para su producción masiva.

Por ello, Thomas Scior destacó que se necesitan moléculas antigripales con administración oral en forma de jarabes, cápsulas o tabletas que actúan en caso de contagio, como terapia causal, y no como remedio adyuvante (cura de síntomas) o profiláctico (vacunas).

Actualmente, la influenza AH1N1 se ha convertido en un virus estacional que circula principalmente en la época invernal, no obstante, deben continuar con la búsqueda de nuevos fármacos orales contra esta enfermedad para remediar la creciente resistencia y simplificar la síntesis con estructuras más simples que representan menos riesgos de salud, refirió el académico.

Editado por Diana Lizeth Pérez Morales

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