En procesión de Viernes Santo, arzobispo urge combatir inseguridad en Puebla
En procesión de Viernes Santo, arzobispo urge combatir inseguridad en Puebla. Foto: EsImagen
En procesión de Viernes Santo, arzobispo urge combatir inseguridad en Puebla
En procesión de Viernes Santo, arzobispo urge combatir inseguridad en Puebla. Foto: EsImagen

En el marco de la procesión de Viernes Santo, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, consideró que la situación del estado es “delicada” en materia de inseguridad, por lo que urgió a las autoridades poner todo su esfuerzo para combatir el problema.

Lo anterior, al referirse al hallazgo de cuerpos mutilados en plena plaza pública de San Martín Texmelucan, en entrevista previa al evento, donde consideró que es “muy triste” que en vísperas de los días santos se presenten “acontecimientos” de este tipo.

“Estamos viviendo momentos difíciles, por eso hago un llamado a la sociedad, a las autoridades, a las instituciones, a que pongamos todos nuestros esfuerzos para que podamos salir de este problema”, expuso.

En otro tema, agradeció a los candidatos que se abstuvieron de iniciar campaña este 30 de marzo, Viernes Santo, mientras que, respecto a los que sí lo hicieron, como los de Morena, comentó que “me da pena porque es un día especial para la gente, que quisiéramos orar, reflexionar”.

El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa y el rector de la Upaep, Emilio Baños Ardavin. Foto: Edgar Guzmán
El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa y el rector de la Upaep, Emilio Baños Ardavin. Foto: Edgar Guzmán

Van 170 mil personas en procesión

Por otra parte, cerca de 170 mil feligreses participaron en la procesión de este Viernes Santo, en la que acompañaron a las cinco imágenes religiosas más representativas de la capital durante su recorrido por las principales calles del Centro Histórico.

Fieles a sus creencias, familias poblanas y foráneas llegaron a las calles aledañas al zócalo de la ciudad como la avenida Reforma, 16 de Septiembre, 2 Norte, entre otras, para, con fervor, esperar el arribo de cada uno de los contingentes.

La espera de los creyentes fue por varias horas, pues algunos llegaron desde las 9 de la mañana, con el único objetivo de presenciar la llamada procesión más grande de Latinoamérica, por el número de personas que congrega cada año.

Entre 11 y 11:50 de la mañana ocurrió la llegada de las cinco imágenes al atrio de la Catedral, acompañadas por sus cofradías: la primera en hacerlo fue la Virgen de la Soledad, del Templo de la Soledad; en seguida, la de Jesús de las Tres Caídas, de la Parroquia de Analco, y la Virgen de los Dolores, del Templo del Carmen.

Posteriormente, arribaron la imagen de Jesús Nazareno, de la Parroquia de San José, y el Señor de las Maravillas, del templo de Santa Mónica; esta última, la más venerada y vitoreada por los presentes, además de que fue la que más feligreses congregó.

La imagen de Jesús Nazareno, del Templo de San José. Foto: Edgar Guzmán
La imagen de Jesús Nazareno, del Templo de San José. Foto: Edgar Guzmán

Acudir a la procesión es un acto de fe

El acto religioso estuvo encabezado por el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, quien, minutos antes de iniciar la procesión, emitió un primer mensaje en el que dijo que durante esta temporada de cuaresma “preparamos nuestros corazones” para participar en el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

Señaló que la procesión es un acto que reúne a los que están dispersos, pues los une la integridad de la fe y los asocia el vínculo de la caridad, pero también es un día para reflexionar acerca de que Jesús dio su vida por la salvación de la humanidad.

Dicho lo anterior, el recorrido partió de la Catedral alrededor del mediodía, siendo Nuestra Señora de la Soledad la primera imagen en hacerlo, atrás de ella lo hizo el líder de la grey católica en Puebla, quien, en todo el recorrido, estuvo acompañado del rector de la Upaep, Emilio José Baños Ardavín.

En segundo lugar, partió la imagen de Jesús de las Tres Caídas, enseguida lo hizo la Virgen Dolorosa del Carmen, posteriormente Jesús Nazareno de San José y el Señor de las Maravillas, el que más fieles congregó durante todo el camino.

La ruta estuvo marcada por el mismo recorrido de cada año, empezando en la avenida 16 de Septiembre hasta la calle Juan de Palafox y Mendoza, donde siguió por la 2 Norte para dar vuelta en la 4 Oriente y subir en sentido hacia la 11 Norte y llegar hasta el lugar conocido como “el Gallito”, alrededor de la 1 de la tarde, donde se hizo una estancia de más de media hora para esperar la llegada de las cinco imágenes.

La Virgen de la Soledad del Templo del mismo nombre. Foto: Edgar Guzmán
La Virgen de la Soledad del Templo del mismo nombre. Foto: Edgar Guzmán

Cristo sigue vive en medio de nosotros

Durante este tiempo, Sánchez Espinosa emitió su segundo mensaje a los que acompañaron la procesión, en el que manifestó que a pesar de que Jesús murió crucificado, sigue siendo un “cristo vivo y resucitado en medio de nosotros”.

Asimismo, aseveró que, de acuerdo con la liturgia de la iglesia veneró el Árbol de la Cruz, pues “este día resalta el signo de salvación para el cristiano, la cruz donde estuvo clavado el salvador del mundo y este signo es un signo de vida, no de muerte para nosotros, es un signo de salvación”.

Posteriormente, cerca de las 2 de la tarde, la procesión encabezada nuevamente por la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, única cargada por mujeres, continuó por la avenida Reforma hasta la calle 16 de Septiembre, para llegar al atrio de la Catedral entre 2 y media y 3 de la tarde.

Esta procesión sirvió como punto de encuentro de reflexión y renovación espiritual de quienes acompañaron a las dos imágenes marianas y a las tres de Jesús con la cruz a cuestas.

En su vigésima séptima edición, miles de fieles dirigieron sus miradas y plegarias a cada una de las cinco imágenes religiosas, además de que fueron varias las muestras de solidaridad que se vieron durante el recorrido, ya que algunos obsequiaron agua a quienes caminaban detrás de cada una de las imágenes y otros hasta frutas como naranjas.

Es un día de reflexión

Una vez que las cinco imágenes llegaron al lugar de donde partieron, Sánchez Espinosa dio un tercer y último mensaje en el que este Viernes Santo es un día de luto y de reflexión, pues se debe meditar el sufrimiento que Jesucristo tuvo en la cruz.

Reconoció a los poblanos que por tres horas acudieron a la procesión, ya que es lo más representativo de la Semana Santa, a la que definió como un espacio para el recuento de los actos, un periodo que las personas no pueden pasar inadvertido, pues les ayuda a enriquecer su vida y convivencia con el prójimo.

Cabe mencionar que, a diferencia de hace un año, cuando estuvo presente el alcalde Luis Banck Serrato, en esta ocasión no acudieron funcionarios públicos o políticos, lo que se atribuyó a que no quisieron relacionar este día con el inicio de las campañas federales, que justamente comenzaron este viernes.

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Comunicólogo por formación y reportero de profesión en Angulo 7 Noticias desde octubre de 2014. Poblano de Libres radicando en la capital, persona sería y en ocasiones divertida, amante del fútbol...