Aunque en México hay grupos científicos de excelencia, el Estado mexicano invierte sólo el 0.04 del Producto Interno Bruto (PIB) en investigación; el número de estos colectivos debería aumentar por diez y la universidad pública será fundamental para ello.
Así lo señaló José Luis Carrillo Estrada, físico teórico adscrito al Instituto de Física “Luis Rivera Terrazas” de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), quien sostiene que en nuestro país las instituciones de educación superior públicas son la base sobre la que “se ha fortalecido nuestra cultura y se ha generado mucho de lo valioso de nuestra sociedad”.
El también miembro nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) indicó que el laicismo y libertad de cátedra en la universidad pública han sido fundamentales para el desarrollo de la investigación científica, la cual es indispensable si en México “se quiere tener un futuro como sociedad” y alcanzar la autonomía tecnológica.
Lo anterior, en entrevista, donde consideró que, “mientras el presupuesto para ciencia y tecnología no sea transexenal, poco avanzaremos” en comparación con naciones como Brasil, que “legisló para hacer que la inversión en investigación no dependiera de vaivenes políticos y después de algunas décadas el efecto es extraordinario”.
Asimismo, el académico previó que el trabajo científico contribuye a formar “una sociedad más igualitaria”, donde “seremos más felices, tendremos menos marginación y tensiones sociales”, pero para ello se necesita “más inversión, una clase política más comprometida, menos corrupción y desperdicio de recursos en procesos administrativos ineficientes”.
Con una carrera de casi 45 años en la BUAP, Carrillo Estrada centra su investigación es la Mecánica Estadística de Sistemas Complejos, un enfoque para entender, predecir y explicar la constitución de la materia y las interacciones entre sus componentes.
Asimismo, cultiva algunas líneas emergentes: en la frontera donde la Física se cruza con disciplinas como la Economía, la Biología, la Demografía o incluso la Medicina.
Editado por Luis Alberto Palacios
