Por “vicios de origen”, el nuevo Comité Ejecutivo Estatal (CEE) del PRD carece de legitimidad y su nombramiento podría ser invalidado, pues el Consejo Estatal que lo eligió debió renovarse también días antes, ya que su gestión concluyó el 14 de noviembre.
Así lo señaló la exlíder estatal del partido, Socorro Quezada Tiempo, al estimar que militantes podrían impugnar en tribunales la designación de los integrantes y estos se vendrían abajo por lo inadecuado del proceso interno.
En rueda de prensa, explicó que la elección de Jorge Benito Cruz Bermudez como nuevo dirigente está en riesgo y podría caerse en cualquier momento porque ya caducó el mandato de los 250 consejeros que lo nombraron.
Para tener validez, tuvo que haberse renovado el consejo y luego el CEE, no al revés, como ahora se pretende, precisó la también diputada local.
Forman bloque perredistas críticos
Precisamente por las anomalías en los nombramientos fue que la dirigencia de Carlos Martínez Amador duró solo dos meses –aseveró—, entonces, prefirió renunciar antes que ser removido por un tribunal, pues existen al menos tres juicios para revocar su llegada a la dirigencia el pasado 5 de noviembre.
Mientras se decide el futuro de los nuevos liderazgos, Quezada Tiempo, líder de la corriente Frente Izquierda Progresista (FIP) formó un bloque con Alternativa Democrática Nacional (ADN), parte de Foro Nuevo Sol, Galileos y Vanguardia Progresista, con el fin de no quedar fuera del nuevo CEE.
Fue por eso que Vladimir Luna Porquillo, hermano de la excandidata a la gubernatura Roxana Luna Porquillo, –fuertes críticos del exgobernador Rafael Moreno Valle— se convirtió en secretario General, acompañando a Cruz Bermudez, afín al panista e incluso excolaborador.
A través de este nombramiento las corrientes críticas buscarán tener voz y voto en la designación de candidatos para la próxima elección, ya que les fueron otorgados pocos espacios en el CEE, a fin de que el grupo que simpatiza con el exmandatario se vea favorecido.
“Humillante” conformación del CEE
Quezada Tiempo calificó como “humillante” la nueva distribución de carteras en el comité, pues de 21 que son en total, solo tres y de poca relevancia, aparte de la Secretaría General, le tocaron al bloque formado por los perredistas críticos.
Por ello, la exlideresa, ahora expulsada del partido, confió en que su juicio para recuperar sus derechos partidistas se resuelva de modo favorable, para que vuelva a presidir el sol azteca y “cambie los rumbos”.
A su parecer, lo ideal es que el PRD se aliara con Morena, PT y PES, aunque tampoco representen una buena opción, pues criticó que los diputados locales del Partido del Trabajo (PT) no han tenido un papel de oposición, sino de afinidad con el morenovallismo.
Aún así, dijo que es preferible la coalición de los partidos de “izquierda” en lugar de acompañar al PAN y seguir la línea de moreno Valle, como exhibió que hará Cruz Bermudez, quien el domingo, apenas unos minutos después de ser electo se pronunció a favor de buscar la alianza con el albiazul y vio con buenos ojos que Martha Erika Alonso Hidalgo, esposa del exgobernador, sea la candidata a la gubernatura.
