Con nostalgia, despiden al Centro Escolar de Izúcar, construido hace 62 años
Con nostalgia, despiden al Centro Escolar de Izúcar, construido hace 62 años. Foto: EsImagen

 

Con nostalgia, despiden al Centro Escolar de Izúcar, construido hace 62 años
Con nostalgia, despiden al Centro Escolar de Izúcar, construido hace 62 años. Foto: EsImagen

Con caras tristes y ojos llorosos, maestros, alumnos y exestudiantes del Centro Escolar Presidente Lázaro Cárdenas de Izúcar de Matamoros, vieron iniciar la demolición de lo que fue por muchos años su segundo hogar que fue afectado por el sismo que duró 43 segundos.

Este municipio, que se encuentra a una hora 20 minutos de la ciudad de Puebla tomando la autopista Siglo XXI, es uno de los que más afectaciones sufrió por el sismo de 7.1 grados de magnitud del martes de la semana pasada, que no sólo dañó escuelas, sino también casas y hospitales.

Se trata de una escuela que tenía 62 años de historia, la más representativa de esa demarcación y uno de los más grandes del estado, inmueble que llevaba de nombre el de un expresidente de México, se ubica en la calle Allende, número 3000, colonia centro y colindante con la carretera principal del municipio.

La matrícula estudiantil de esta institución educativa –con clave de operación 21EES0330Tera superior a los 2 mil alumnos entre preescolar, primaria, secundaria y bachillerato que estaban distribuidos en dos turnos, matutino y vespertino, y que ahora tendrá que ser reubicada a otras escuelas.

Este lunes, alrededor de 100 personas de diferentes edades se apostaron frente a la puerta principal de ese plantel para despedirlo, ya que resultó con graves daños por el sismo del martes, pues presentó caídas de bardas, desgajamientos en los techos, salones cuarteados y ladrillos que se cayeron, entre otras afectaciones, motivo por lo que ya es inhabitable .

En este plantel, construido en 1955, la puerta principal se encuentra sostenida por unos pilares blancos, en los cuales alumnos y exalumnos con escritos manifestaron lo que sentían hacia la institución, acción que también se notó en las bardas contiguas.

Entre los escritos se encontraban frases como “aquí nos conocimos ‘3 C’”, más que una escuela, “mi segunda casa”, “gracias por todo”, “te queremos mucho” y “yo conocí a mi mejor amiga aquí”, mientras que otros sólo pusieron su nombre.

 

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“Es algo que no se puede describir”

Felipe Robles Domínguez, exalumno del centro escolar, señaló conocer la noticia de que se derribaría la institución en la que curso desde kínder hasta bachillerato “es una nostalgia que no se puede describir”, pues aunque será reconstruida “no será igual”.

Refirió que algunas adultos mayores le contaron que cuando la escuela abrió sus puertas por primera vez, sólo eran tres salones, por lo que era la más antigua del municipio e incluso por un tiempo fue dirigida por el expresidente de México, el general Lázaro Cárdenas del Río.

Dijo que esta escuela fue testigo de generaciones de familias que pasaron por las mismas aulas, siendo él y su hermana una de ellas, pero “desgraciadamente” por el sismo tendrá que ser derribada para construir una nueva.

“Ya tenía algunos daños, pero ya con este no aguantó, es un sentimiento de nostalgia, de tristeza, que veas a la escuelas donde por muchos años estudiaste y que ahora ya no estará, se encariña uno como alumno y como persona, todo como empieza acaba”, expresó con la voz entrecortada

En tanto, Silverio Soriano Domínguez, quien llevaba 18 años trabajando como maestro de primaria, dijo que “se siente muy feo todo esto”, ya que fue una “experiencia” llegar a esa institución a formar parte.

Detalló que él fue uno de los que aún se encontraba en las instalaciones, en un salón del segundo piso, revisando tareas con una madre de familia, cuando se sintió el sismo y la señora empezó a gritar, de repente vieron caer una barda y después, un librero, “como pudimos salimos cuando pasó todo”.

Comentó que los alumnos ya habían salido, pues las clases terminaron a la 1 de la tarde, si no, sostuvo, hubiera sido peor, “20 segundos más hubiera durado y ahí nos quedamos”, agregó.

Fue una experiencia demasiado fuerte que aun sentimos, porque el cuerpo está tranquilo, pero el corazón tiene la experiencia del terror, todos los salones se tronaron, fue una sacudida terrible, lamentamos mucho que esto haya ocurrido, pero tenemos que levantarnos, mirar de frente y seguir adelante”, expresó.

 

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31 años trabajando ahí y hoy dijo adiós

Salvador Cabrera Ramírez, de 14 años de edad y estudiante de secundaria en el centro escolar, dijo sentirse triste porque ahí desde preescolar, pero ahora tendrá que irse a otra para poder retomar sus clases.

Indicó que en el momento del sismo “se sintió muy feo” ya que los salones se movían, se dio una fuga de agua y gas, mientras que afuera las personas de diferentes colonias del municipio llegaban corriendo o en sus coches para recoger a sus hijos, “algunos no aparecían, era una preocupación horrible”.

Mi abuelita es maestra de la primaria, la encontré bien; todos corrían, a mí me dio tiempo salir, lo bueno fue que no hubo personas muertas”, recordó.

Por su parte, Carmen Tapia Vera mencionó que llevaba 31 años como maestra de dicha institución, por lo que es triste que se vaya a tirar, ya que es una escuela que tiene historia, y la más representativa del municipio.

El día del sismo, agregó, se encontraba dentro del plantel, había ido a comprar a cooperativa escolar, cuando el suelo se empezó a mover, ese día –añadió– todos empezaron a correr, algunos desde el centro hasta la institución, otros llegaban del lado de la carretera preocupados por sus familiares.

Su hijo, dijo con lágrimas en los ojos, no había acudido a la escuela porque se encontraba enfermo, lo que le provocó gran preocupación y tuvo que salirse corriendo para saber cómo estaba; el menor ya la esperaba asustado en la calle por lo que estaba pasando.

A sus 56 años de edad, aseveró que no había sentido “algo tan feo” como el sismo del pasado martes, mismo día desde que no ha visto a sus alumnos ni a sus compañeros de trabajo.

“Es algo tremendo, nunca lo habíamos vivido, pasaron temblores como el del 85 pero aquí no había pasado, es horrible, se siente bien feo, es mi porque mis nietos, mis hijos, yo estudie aquí, pero bueno tenemos que levantarnos, dios es grande y no hay que perder la fe, soy católica siempre pienso en que todos estemos bien”, concluyó.

 

 

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Comunicólogo por formación y reportero de profesión en Angulo 7 Noticias desde octubre de 2014. Poblano de Libres radicando en la capital, persona sería y en ocasiones divertida, amante del fútbol...