Los Shilluk, desplazados por el gobierno de Sudán del Sur. Foto: La Gaceta
Los Shilluk, desplazados por el gobierno de Sudán del Sur. Foto: La Gaceta

En el país más joven del mundo, el gobierno junto con las milicias de la etnia dinka, han provocado que de enero a mayo, más de 40 mil personas sean desplazados, debido a que han saqueado, quemado y bombardeado sus hogares.

Amnistía Internacional (AI) a través de su informe titulado Desplazamiento masivo de la población shilluk del Alto Nilo, informó que de enero a mayo de este año, decenas de miles de personas fueron obligadas a desplazarse debido a que el gobierno a través de sus elementos armados ha cometido violaciones en derechos humanos contra la población.

Las fuerzas gubernamentales fueron apoyadas por la milicia de la etnia dinka, con la que los shilluk se encuentran en lucha por recursos naturales. El apoyo que ha recibido el gobierno de parte de los dinka, sólo estaría confirmando el sentimiento generalizado entre los shilluk quienes creen que las autoridades apoyan a su rival.

De acuerdo al estudio llevado a cabo por AI y una encuesta aplicada a los desplazados, se ha observado que durante la campaña, se presentaron homicidios cometidos por los elementos del gobierno, lo que implicaría un uso deliberado de la fuerza.

Debido a lo anterior, así como al deterioro de las casas, los shilluk han tenido que abandonar el Alto Nilo, ellos han referido que su poblado parece “arrasado por una inundación”.

 

 

Grave el desplazamiento

Joanne Mariner, asesora de Amnistía Internacional aseveró que “aún teniendo en cuenta el historial de hostilidad étnica en Sudán del Sur, es absolutamente escandaloso el desplazamiento masivo, casi completo, de la minoría étnica shilluk”.

Y es que 10 mil de ellos se encuentran residiendo en un campo para desplazados en Aburoc, Sudán del Sur, donde AI afirma, hay escasez extrema y cólera, además de falta de agua potable. La población total de este campo asciende a 40 mil y son protegidos por los cuerpos de paz de la Organización de las Naciones Unidas.

Para mediados de mayo, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) reportó que en tan solo en una semana, 20 mil shullok solicitaron refugio en los países vecinos.

La publicación da a conocer que AI pudo identificar que muchos de los desplazados no sufrían de esta condición por primera vez, ya que muchos de ellos, habían sido obligados a abandonar sus hogares en más de una ocasión.

 

Limitada presencia

Lamentablemente, la falta de información respecto al número de desplazados y refugiados, se debe a que ningún organismo internacional tenía presencia en la zona del Alto Nilo, fue hasta el mes de abril cuando Acnur en conjunto con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y Unicef instalaron una misión en la zona.

Todo lo anterior, sucede en el marco del conflicto étnico que data desde 2013, enardecido con un reciente cambio de fronteras al interior de la nación, lo que provocó tensiones entre los distintos grupos, ya que consideraron que la nueva ordenación respondía a los intereses de comunidades específicas.

La crisis del 2013 derivó en una nueva resolución del Consejo de Seguridad en donde se establece que “hay un rápido deterioro político, de seguridad y una crisis humanitaria”. A partir de esa fecha, el organismo internacional reconoció la existencia de asesinatos extrajudiciales, violencia por motivos étnicos como también de género y edad, secuestros, reclutamiento de menores de edad, desapariciones forzadas, arrestos arbitrarios.

En contexto, Sudán del Sur se independizó en 2011 y desde ese año, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas le ha catalogado dentro de la consideración de “amenaza para la paz internacional y la seguridad en la región”.

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