Detienen a tres de la SSP y uno de SIMT por presunta corrupción
Detienen a tres de la SSP y uno de SIMT por presunta corrupción. Foto: Especial
Tres son agentes viales y un supervisor de Transporte de la SIMT.
Tres son agentes viales y un supervisor de Transporte de la SIMT. Foto: Especial

Tras una denuncia interpuesta ante la Secretaría de la Contraloría, se detuvo a cuatro servidores públicos por presuntos actos de corrupción, tres de ellos son agentes viales de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y un supervisor de Transporte de la SIMT.

Y es que un ciudadano de Guerrero informó que durante la madrugada del 14 de noviembre recibió una llamada telefónica para decirle que una de sus unidades que transportaba mandarinas estaba retenida porque tuvo un percance vial sobre la carretera a la altura de Izúcar de Matamoros.

El sujeto aseguró que al arribar al lugar de los hechos, los servidores públicos de vialidad y el ajustador de la compañía aseguradora le condicionaron la devolución del camión a cambio del pago de 30 mil pesos.

Sin embargo, no contaba con tal cantidad de recursos, pero debido a la necesidad de utilizar su vehículo les indicó que regresaría más tarde.

El afectado agregó que después se les unió una persona que se identificó como el supervisor regional de Transporte de la Secretarías de Infraestructura, Movilidad y Transporte (SIMT) y una abogada, siendo esta última quien elevó la cantidad solicitada a 100 mil pesos o el endoso de la factura de un automóvil.

Los seis detenidos fueron puestos a disposición de la Fiscalía General del Estado (FGE) por elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), integrando la carpeta de investigación 1425/2017/Izúcar.

Adicionalmente, la Secretaría de la Contraloría inicia los procesos administrativos de determinación de responsabilidades en los casos que correspondan.

Es de señalar que ciudadanos pueden denunciar dicho tipo de prácticas al número telefónico 01800 4663786, que es gratuito y opera las 24 horas del día, los 365 días del año.

Editado por: Carlos Rodrigo Balcázar Placeres

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