La falta de capacitación para recabar pruebas e integrar carpetas de investigación, así como la corrupción distinguen a la FGE de Puebla y los Ministerios Públicos (MP) que registran alto índice impunidad y se encuentran entre los de peor desempeño en el país.
Así lo concluyeron académicos durante el Foro sobre la Seguridad Pública en Puebla, realizada por la Red Ciudadana de Seguridad, quienes señalaron que las instancias de seguridad han sido rebasadas por el crimen.
Al enfatizar que durante los últimos seis años se disparó el robo de combustible y otros delitos como el secuestro, las ejecuciones y los feminicidios, denunciaron que las corporaciones policiacas y de investigación han “quedado a deber”.
En rueda de prensa, Alejandro Guillén Reyes, politólogo de la Upaep, puntualizó que el incremento en la incidencia delictiva no sólo se debe a la degradación del tejido social, sino a la omisión de las autoridades, que a nivel municipal se han coludido con el crimen, bajo la anuencia de los gobiernos estatales.
Los policías son el primer eslabón en la procuración de justicia, pero lamentó que a su papel no se le da la importancia que merece, pues los uniformados laboran en condiciones muy precarias, tanto en equipamiento como prestaciones, lo cual los hace más vulnerables a la corrupción.
Capacitación es mínima
Asimismo, su capacitación en materia de detenciones, respeto a derechos humanos y al debido proceso es mínima, lo cual deriva en que criminales confesos salgan libres tras demostrar que fueron capturados bajo irregularidades.
Juan Carlos Canales Fernández, académico de la BUAP, agregó que a esto se suma la incapacidad y el desconocimiento de peritos y agentes del Ministerio Público para armar carpetas de investigación, pues recaban pruebas necesarias para vincular a proceso a un sospechoso, mientras que a otros les fabrican delitos.
Por ello, sentenció que cambiar de nombre la Procuraduría General del Estado (PGJ) -ahora Fiscalía General del Estado (FGE)- o crear fiscalías especializadas en determinados delitos no ha disminuido los crímenes ni ha mejorado la impartición de justicia porque “los vicios de siempre” continúan.
Leobardo Espinosa Rodríguez, socio de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Puebla, comentó que todo esto aunado a la falta de personal para la atención a víctimas frena las denuncias, así como incrementa la impunidad.
Por lo anterior dijo que “no resulta extraño” que la FGE de Puebla sea señalada como la tercera con el peor desempeño en el país, pues refirió que hay 0.5 por ciento de probabilidad de que esclarezca un delito.
A su parecer, las fiscalías especializadas son necesarias siempre y cuando haya personal suficiente, se le capacite, supervise y evalúe.
Mejorar salario de policías
Para esto, consideró que se requiere dotar de mayor presupuesto a la procuración de justicia en todos lodos los niveles, comenzando por otorgar mejores salarios a policías.
Ante dichas problemáticas, anunció que buscarán reunirse con los gobiernos estatal y municipal para dar a conocer sus conclusiones y propuestas.
Y es que hechos como las recientes ejecuciones de líderes criminales en Puebla, San Martín Texmelucan o Palmar de Bravo, ponen en evidencia que el crimen organizado va ganando terreno, retomó Guillén Reyes para llevarlo al plano político, dado que ha comenzado el proceso electoral.
Alertó que las elecciones incluso podrían registrar una baja participación debido a que en zonas conflictivas, como el “Triángulo Rojo”, la gente teme por su seguridad al ver la constante presencia del Ejército.
Con el proceso comicial –dijo– la presencia de soldados se incrementará y esto genera un ambiente de tensión para los ciudadanos.
“A las autoridades les tiene que quedar claro que la delincuencia no se combate con más soldados, sino con menos corrupción e impunidad”, sentenció.
